Condesa Phantomhive (Marinette x Sebastian) (Terminada)

Capítulo 9-cadáver nupcial

Ya era de mañana y Marinette se había levantado lista para el trabajo.

–¿Lista señorita?–pregunto Sebastian.

Marinette salió del cuarto ya lista para el trabajo.

–Estoy lista–dijo Marinette.
–Bien, vamonos–dijo Sebastian.

Marinette y Sebastian bajaron pero vieron que sus "invitados" estaban con sus maletas en la entrada.

–Eh...disculpen–dijo Marinette confundida.
–Buenos días Marinette, lamentamos mucho esto pero...nos tenemos que ir–dijo la señorita Bustier.
–¿De verdad?–pregunto Marinette tratando de sonar triste.
–Si, lamentamos lo que pasó anoche buscaremos un hotel donde quedarnos–dijo la señorita Bustier.
–Esta bien y no se preocupe, todo perdonado–dijo Marinette triste.
–Bien–dijo la señorita Bustier.

Ellos salieron rápido de la mansión directo hacia el centro de Londres para buscar un hotel -pero antes pidieron unos taxis- Marinette y Sebastian salieron de la mansión con rumbo hacia la iglesia anglicana.

–¿Qué tenemos está vez?–pregunto Marinette a Sebastian.
–Un caso nuevo mi señorita, alguien reportó que los hombres que viven alrededor de la iglesia anglicana desaparecen noche tras noche y escuchan llantos y ruidos en la iglesia–dijo Sebastian.
–Si que es un caso serio–dijo Marinette.

Una vez que llegaron fueron atendidos por varías señoras que vigilaban la iglesia anglicana.

–Que bueno que llegaron–dijo una señora.
–Tranquilas, ahora...cuéntenos que pasa–dijo Marinette.

Ellos fueron llevados a una casa de una de las señoras, les sirvieron te y algo de comer.

–Bien, déjenos contarles, fue hace tiempo atrás cuando una novia, era una mujer hermosa, se iba a casar pero el novio la dejo en el altar–dijo la señora.
–Se rumoreaba que él tenía una amante por eso la abandonó, la novia enloqueció y fue a la casa de ellos, agarro a la amante y la llevo a la iglesia–dijo otra señora.
–De ahí, mato a la amante y después al novio y de ahí ella...acabo con su propia vida–dijo otra señora.
–Se dice que el cadáver no muerto de la novia sigue por estos lugares, se lleva a cualquier hombre para ver si puede ser feliz con ellos–dice otra mujer.
–Entiendo, haré lo que pueda–dijo Marinette.

En la noche, Marinette y Sebastian estaban escondidos en la iglesia anglicana para atrapar a ese cadáver de novia.

–¿Segura qué se presentará?–preguntó Sebastian.
–Debe...pusimos un señuelo–respondió Marinette.

Habían puesto un maniquí para atraer a la novia, en eso un viento misterioso apareció y de ahí apareció la novia, era pelirroja, tenía varias partes de su cuerpo sin piel y tenía su vestido roto. La novia se acercó al "novio" pero al voltearlo se dió cuenta que era un maniquí, en eso Marinette agarro una pistola que traía con ella y empezó a disparar hacia ella, la novio lo esquivo todo.

–AHH!–grito Marinette.
–¡Mi novio!–dijo la novia.

La novia había herido a Marinette dejándole una cortada en una pierna y en un brazo, cayó al suelo dónde la novia la iba a atacar pero Sebastian interfirio en eso.

–Lo siento señora, pero a ella no le harás nada–dijo Sebastian.

Sebastian paso su mano por el cuello de la novia y la decapitó, Marinette quedó impresionada por eso.

–¿Está bien señorita?–preguntó Sebastian.
–Si, Sebastian–respondió Marinette.

Sebastian cargo a Marinette pero antes fueron al panteón de dónde la novia había salido, las sospechas de Marinette apuntaban al panteón, había una casa en piedra muy sospechosa, Sebastian lo abrió y descubrieron que ahí estaba los hombres desaparecidos.

–Gracias!–dijo una señora.
–De verdad muchas gracias!–dijo otra señora.
–No hay de que–dijo Marinette.

Habían curado a Marinette como agradecimiento por lo que hizo pero las marcas cicatrizarian un poco, Marinette y Sebastian entraron al carruaje y fueron directo a la mansión.

–¿Señorita pasa algo?–pregunto Sebastian.
–Si...¿Cómo lo sabes?–preguntó Marinette.
–Lo noto en su cara además note que nunca le apunto bien a la novia–respondió Sebastian.
–Es que...no quería lastimarla–dijo Marinette.
–¿Lastimarla?–preguntó Sebastian.
–Ella solo sufría por amor y por esos celos tóxicos...la llevo a la muerte, eso pudo haberme pasado a mí si hubiera seguido mis celos tóxicos–dijo Marinette.

Sebastian se acercó a ella y la agarro de la barbilla para verla bien, noto que ella tenía unas cuantas lágrimas de más así que las limpió.

–Soy...¿Acaso soy malvada?–preguntó Marinette entre lágrimas.
–Un poco–respondió Sebastian.
–¿Eh?–exclamo Marinette.
–Eres malvada pero ahora estás aprendiendo a aceptar tus errores y defectos...aprendes a vivir con ellos y eso...me encanta–dijo Sebastian sonriendo lascivamente.

Ellos se unieron en un beso para luego separarse y poder llegar a la mansión dónde Marinette tendría una sorpresita para Sebastian...