Condesa Phantomhive (Marinette x Sebastian) (Terminada)

Capítulo 2-Regreso a Londres

Marinette se veía en el espejo, su ojo cambio de la nada a un color morado, tuvo que improvisar y se hizo un parche para taparlo. Pasó las días y ella regresaba al colegio solo que está vez todos la miraban con mucho odio y otros notaron su parche, a la hora de descanso todos se acercaron a ella.

–¿Qué pasa tuerta?–pregunto Lila con tono de burla.

Marinette vio con seriedad y frialdad a Lila quien se asustó al igual que los otros, ella estaba apunto de irse a otro lado pero Lila la detuvo y le saco el parche haciendo que todos vieran su ojo.

–¿¡Qué te paso!?–pregunto Alya con sorpresa.
–Nada que les interese, escorias humanas!–dijo Marinette con frialdad.
–Con ese ojo eres un fenómeno–dijo Lila.

Marinette pateó a Lila al suelo recuperando su parche que se lo puso rápido pero después le dió unos golpes a ella en la cara, la señorita Bustier fue rápido y mando a Marinette a la dirección.

–No se que te pasa ahora Marinette, antes eras amable y ahora golpeas a una compañera–dijo el señor Damocles.
–Ella es solo una malnacida–dijo Marinette.
–Marinette!–exclamo el señor Damocles con sorpresa.
–Solo digo la verdad, todos estaríamos mejor si ella estuviera muerta–diji Marinette.
–Ya basta Marinette, estás expulsada de nuevo–dijo el señor Damocles enojado.
–Bueno...¿Sabe qué?...este colegio...sus estudiantes...todo...PUEDEN IRSE AL INFIERNO!!!–dijo Marinette enojada.

Marinette salió de ahí y se fue a casa, sus padres habían salido a comprar así que ella fue a su cuarto y se acostó en su cama para dormir un rato. En sus sueños otra vez estaba en la mansión y ahí estaba Sebastián, solo que está vez ella estaba en una mesa con una taza de te.

–¿Estás bien?–pregunta Sebastian.
–No, quiero qu-...–dijo Marinette hasta que fue interrumpida.
–No diga más, yo lo haré–dijo Sebastian.
–¿Eh?–exclamo confundida Marinette.

Sebastian le dió un beso en la boca y la levanto de su asiento para abrazarla.

–¿Se-Sebastian?–pregunto confundida Marinette.
–Regresa a Londres, por favor–dijo Sebastian.

Marinette despertó y está vez estaba más determinada a lo que le dijo Sebastian en sus sueños, agarro un poco de dinero suficiente para comprar un boleto a Londres, Inglaterra, y empacó unas cuantas cosas para luego escribir una carta para sus "padres" e irse de ahí. Cuando llegó al aeropuerto compro un boleto a Inglaterra y abordo el avión, cuando Sabine y Tom llegaron a casa habían dejado las compras en la mesa pero vieron una nota.

Queridos señores Dupain Cheng

Les agradezco que me hayan cuidado pero ya es hora de que vuelva a mi verdadero hogar, volveré a Londres, Inglaterra, donde vive mi verdadera familia...

Adiós

Firma: Marinette Phantomhive

Sabine derramó unas cuantas lágrimas pero se sorprendieron al saber que ella era una Phantomhive, la noche cayó y Marinette se quedó dormida pero en sus sueños otra vez vio a Sebastian pero ella andaba en lencería.

–¿Sebastian?–pregunta Marinette nerviosa.
–Te vez tan sexy en eso–dice Sebastian.
–¿Tu crees?–pregunta Marinette con una voz seductora.
–Si–dice Sebastian.

Marinette se acercó a Sebastian y lo empezó a besar como si nada pasara, el empezó a toquetear a Marinette por su cuerpo.

–Cuando llegues...nos espera algo hermoso–dijo Sebastian.
–Eso espero–dijo Marinette.

Marinette despertó y escucho al capitán del avión decir que ya estaban en Inglaterra, cuando el avión aterrizó ella junto al resto de pasajeros bajaron del avión, ella pidió un taxi y la llevaron a Londres, cuando llega se pone a caminar por ahí hasta que choco contra alguien.

–Lo siento, no me fi-, ¿¡Sebastian!?–dijo Marinette con sorpresa.
–El mismo, mi lady–dijo Sebastian.

Sebastian agarra la mano de Marinette y la besa, ella se sonroja mucho después de eso y también al ver a Sebastián porque era igual como en sus sueños.

–Vámonos–dijo Sebastian.
–¿A dónde?–pregunto Marinette.
–A la mansión–dijo Sebastian.

Sebastian se llevó a Marinette por una carreta de caballo, una vez que llegaron y al ver la mansión las memorias de Marinette empezaron a regresar.

–Está mansión...es mía...soy hija de Vincent y Rachel Phantomhive–dijo Marinette.
–Así es, yo soy tu mayordomo y tú gran amor, hiciste un trato conmigo hace tiempo cuando tus padres murieron pero no pude evitar que te llevarán–dijo Sebastian.
–No importa Sebastian, ya estoy aquí–dijo Marinette.