Capítulo 6.

2.8K 158 9
                                    

T/N

***

Sábado por la mañana, un sábado tranquilo y soleado, no tengo ánimos para levantarme. Después de pasar toda la semana acostada, tomando medicinas para el dolor de cabeza, y sobre todo tratando de recordar lo que había pasado aquella noche en el restaurant... decidí dejar de hacerlo. Acordamos que olvidaríamos el tema, y mamá... no sabrá nada.

Al llegar a casa, después de haber estado toda la noche en la camilla de ese hospital, fui a acostarme. Tía Vanessa no menciono palabra alguna sobre todo lo sucedido, así que al día siguiente yo lo hice. Me disculpé por haber arruinado esa noche, debía salir perfecto y se arruinó. -No te preocupes cariño, solo fue una cena. Habrán muchas más. Lo importante es que estás bien. ­-dijo ella. Aunque por su puesto yo no había hecho absolutamente nada.

Todo fue culpa de él, ¿cree que por ser famoso podía acusarme por algo que no había hecho y aún peor, por una estúpida camiseta y ¿de qué camiseta hablaba? Seguramente toda esa gente llegó por su culpa, y él solamente desapareció. Así, sin más.

No, por más fan que fuera de él no lo perdonaré que haya arruinado esa noche importante. La confusión y la furia, por no poder recordar nada, empezó a invadir mi mente...

La puerta de la habitación se abrió de repente, dejando ver una esbelta figura femenina apenas apareciendo por el mango de la puerta, provocando que todos los pensamientos de mi cabeza en ese momento, se esfumaran.

-Buenos días bella durmiente -dijo poniendo una bandeja de comida sobre la cama. Me miró de reojo y se sentó en el filo de esta.

-Hola tía.

-¿Cómo amaneciste, cariño? ¿Cómo está el golpe? ¿Ya te sientes mejor?

Asentí. -Ya no duele. -acarició mi rostro suavemente y me alcanzó la bandeja con comida. -¿crees que podemos quedarnos en la cama todo el día? No tengo ánimos de levantarme hoy -intenté hacer un tierno puchero, esperando que su respuesta sea "si, ahora pido pizza y vemos películas", pero su rostro pareció decir todo lo contrario.

-¿Podemos dejarlo para mañana?, mi jefe me acaba de llamar. Tengo que ir a trabajar hoy -expresó disgusto -Hey, tengo una idea. ¿Qué te parece acompañarme hoy? -no. No quiero levantarme. -Y... ¡mañana nos quedaremos en casa viendo películas...! -no puede ser... Su cara no me dejó otra opción, sus ojos brillan de la emoción. Bien.

-Claro que iré, me parece grandioso, así conoceré mejor lo que haces.

-Entonces desayuna y alístate, saldremos en una hora -y salió de la habitación casi corriendo de la felicidad.

Terminé de desayunar, hice la cama y me duché, escuchando Sunflower de mi poderosísimo Harry Styles. Normalmente escucharía For you de Aidan, mi canción favorita, pero no quiero escucharlo, aún estoy enojada.

Salí de la ducha, me sequé el cabello y me puse un short jean de cintura alta con un crop top negro, me maquillé un poco y me puse perfume. Por último, me puse calcetas con unos zapatos (tenis) blancos y bajé a la sala.

-¿Lista, nos vamos ya?

-Sí, vamos -salimos de la casa, subimos al auto y nos dirigimos directamente al trabajo de tía Vanessa.

Llegamos al trabajo, todo es nuevo para mí. Miré todo a mi alrededor, ¡nunca había visto una producción de cines!, hay muchas personas, cámaras, pantallas verdes, luces, y algunos que otros actores que pude reconocer, incluso pude ver a Cameron Brodeur. Mi emoción está en los cielos, realmente "The umbrella academy" era una de mis series favoritas.

-Ven. Después tendrás tiempo de saludar a todos.

Tía Vanessa entró a su... a mi parecer "oficina", sacó unos trajes coloridos tipo... época de los ochenta y buscó algo más apresurada. Se paró por un momento en mi dirección, me entregó unos zapatos blancos, medias largas y unos collares dorados.

-¿Y... esto..? ¿Qué hago con esto? -pregunté desconcertada.

No respondió. Tomó los trajes y salió. La seguí, suponiendo tener que hacerlo. Un señor, con aspecto familiar, se acercó hacia nosotras y me sumí en mis pensamientos tratando de recordar en donde había visto aquel hombre...

-Es mi jefe -me susurró Vanessa.

-Ahora, bien... -dijo ella -Dame todo que cargas, y ve por unas botas negras, medias de colores y un cinturón negro que están en la oficina de la que salimos recientemente -asentí rápidamente y me volteé en dirección a la oficina.

Llegué y empecé a buscar todo lo que me pidió, -¡¿Dónde están?! -busqué en algunos cartones de ahí, en el armario, por todo lado. -¿E-esos..? -dije para mí mismo. Por fin los encontré -¡Aquí están! -grité. Los tomé y salí corriendo.

-¡Rápido, pásamelos! -se los entregué, y paso tan solo unos minutos, cuando de repente salió él.

-¿Qué haces aquí?

-¡¿Qué?!, ¡¿Qué haces tú aquí?! -es increíble, ¿mi tía sabía de esto y no me dijo? -debe ser una broma.


To way - Aidan Gallagher y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora