T/N
Llegamos a casa, y Vanessa no había dicho nada en todo el camino, mucho menos en todo el tiempo que habíamos estado en su trabajo.
-¿Por qué aceptaste ir? -pregunté.
-Vamos T/N, ¿tenemos algo mejor que hacer? -sonrió cálidamente -además, es mi jefe, no podía rechazar su oferta.
-Tía... ¿está todo bien?
-Sí, ¿por qué me lo preguntas?
-Es que... bueno, no me has pedido ninguna explicación, ni nada por el estilo, sobre lo que pasó en tú trabajo.
-¿Qué quieres que te pregunte?
-Bueno... tal vez sobre qué era eso, acaso lo conocía, y cosas así, ¿acaso no sientes curiosidad? No es que te tenga que importar lo que me suceda...
-Claro que me importa y claro que tengo curiosidad, solo que no te quiero molestar... -me miró, y se acerco para revolver mi cabello
-¿Por qué me molestaría?
-Es que... bueno... a mí, a tu edad no me gustaba que se metieran en mis asuntos, ni que me hagan preguntas sobre ello, quería privacidad.
-No para nada tía, siempre puedes preguntarme lo que sea, siempre te contaré lo que desees saber.
-Está bien. ¡Entonces cuéntame todo!
Después de pasar hablando con ella, respondiendo a sus preguntas, nos fuimos a alistar para ir a cenar en la casa de los Gallagher.
Me puse un vestido semiformal color negro, corto por encima de mis rodillas y pegado a mi cuerpo, y unos tacones no tan altos del mismo color. Me maquillé un poco, dejé mi cabello suelto y para terminar me puse perfume con olor a fresas. Bajé, mi tía ya estaba lista, así que nos fuimos para la cena.
Aidan
¡Aidan baja ya! -llamó mamá -¡ya mismo llegan, apresúrate!
-¡Enseguida bajo! -¿una camiseta azul o una blanca? Pregunté una y otra vez para mí mismo, en la cabeza. Hasta que por fin opté por la azul, un jean negro, y zapatos del mismo color este. Me peiné y bajé. No pasaron ni dos minutos, cuando llegó un auto blanco. Deben ser ellas. Correcto. Bajaron, y tocaron la puerta.
-Aidan recibe a las invitadas por favor -esta vez habló papá -y no quiero nada de escándalos esta noche, compórtate.
-¡Pero es la que arruino mi camisa! ¿por qué tengo que convivir con el enemigo?
-¡Y dale con eso! Por todos los cielos Aidan, olvídate de eso -reprochó mamá desde la cocina, donde se encuentra terminando la cena.
-Está bien mamá -por supuesto, me voy a comportar bien. Pero molestar un poco a la arruina camisas no le hará mal a nadie.
-Ahora abre la puerta y recíbelas correctamente -asentí.
Abrí la puerta, con una sonrisa fingida en la cara.
-Buenas noches, bienvenidas -dije amablemente y le dirigí la mirada a "la arruina camisas". Se ve... wow, se ve ¿linda?, no si es la palabra correcta para describir lo increíble que se está. De repente alguien tocó mi hombro, haciéndome volver a la realidad.
-¡Vanessa! ¿Cómo estás? Adelante, pasen, sean bienvenidas -me dirigió una mirada amenazante, supongo que me había quedado mirando a "la arruina camisas" demasiado tiempo. Mientras tanto, mamá ya está en la sala esperando.
-Querida, ellas son Vanessa T/A (apellido de tu mamá) y...
-T/N... T/A (tú apellido) -se adelantó la muchacha.
¿T/N? Suena... lindo.
-y T/N... T/A -terminó de presentarlas papá.
-Es un gusto cenar con ustedes esta noche señor y señora Gallagher -dijo T/N, con una sonrisita de niña buena en la cara. Ugh, ¿ya lo tenía ensayado?
-El gusto es nuestro T/N, llámame Camille, por favor.
-Y a mí Rob, si no hay problema con eso... T/N.
-Claro que no señor y señ... perdón, Rob y Camille, no hay problema -dijo sonrojándose un poco.
-Bueno, entonces... vayamos a cenar -dijo mamá, pocas y raras veces cocinaba, ya que su trabajo la mantenía ocupada, pero las veces que lo hacía era riquísimo. Y como hoy es una ocasión especial lo hizo. Seguramente estará riquísimo.
Vanessa se adelantó junto con mis padres, dejando atrás a T/N, dándome una oportunidad para taparle el paso.
-Un momento...
-Aidan...