Capítulo 12.

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T/N

Observo, aún en mi asiento, como se molesta y mira furioso a su madre, hasta que la pierde de vista.

-Con que no tienes modales, ¿no? -digo con un tono de burla.

Quiero vengarme, tiene que pagármelas de alguna manera.

Su mirada se posa en mí y veo en sus ojos el enojo mezclado con un toque de peligro. Sabe que quiero molestarlo.

-¡Si los tengo! Lo dijo solo para molestarme -habla alterado y molesto.

Lo sé. Tiene modales. Lo demuestra ante la cámara. Pero, aún no lo ha demostrado conmigo. Tal vez solo finge. ¿Lo hace? Al fin y al cabo, es un actor, ¿no?

Lo sigo desde hace mucho tiempo. Tengo más fotos suyas en mi celular que mías. Aunque no soy de sacarme muchas fotos que digamos. Sé cómo piensa, o aparenta pensar. Conozco todas sus películas, canciones, amistades, relaciones y "ex-relaciones", cumpleaños y familia, aunque no a muy a fondo.

Quizá... podría considerarme su mejor fanática. Y el no haber reconocido a sus padres en el instante que los vi, por primera vez, me molestó. Claro que lo hizo.

Cualquiera en mi lugar estaría encantada de cenar en casa del mismísimo Aidan Gallagher. Conocer a sus padres. O tan solo si quiera de hablar con él. Pero esto es diferente. No permitiré que nadie, ni siquiera él, juegue conmigo.

No se confundan. ¡Claro, me encanta estar con mi ídolo! Y por supuesto. Me encantará seguirle el juego. Una sonrisa triunfante se forma en mí rostro y respondo orgullosa de haber alcanzado mi objetivo, molestarlo.

-Si como no, Gallagher.

-¿Y tú no estabas "resentida" arruina camisas?

-¡Aig, por favor! ¿Quieres hablar de "resentimientos" Don devuélveme mi camisa? Además... ¿crees que no lo sé? -palidece.

Levanto mi trasero del asiento y me dirijo hasta él, camino lento, pero segura, confiada de lo que estoy a punto de hacer, mi mirada se posa sobre la suya observando fijamente sus ojos color esmeralda, que un día imaginé ver. Sigue inseguro. Sin decir ni una sola palabra. Oculta algo. ¿A qué le temes Gallagher?

-Crees que no sé qué en toda esa escena no quisiste besarme -digo llegando hasta el otro lado de la mesa, en donde se encuentra y, lentamente flexiono mi torso hacia adelante y mi cadera atrás, mientras poso mis manos en los mangos de su asiento. Quedando cara a cara. -o... ¿no es así? -pregunto formando una sólida sonrisa socarrona de costado.

-¿Ha-hacer qu-qué? ¿De-de... qué estás hablando? -tartamudea tragando saliva.

-Gallagher, no tienes por qué fingir conmigo... -lo miro coqueta. Y aunque sé que está ocultando algo más, lo ignoro. Es mi turno. -Sé que quieres esto, al igual que yo -se sonroja recuperando su tono de piel. -Lo sabes, los dos lo sabemos.

Me acerco aún más. No se mueve, está quieto, como una estatua. Al menos respira, o eso creo...

Recorro mi rostro, acortando los insípidos centímetros que separa nuestros rostros, dejando solo unos milímetros para poder sentir su aliento sobre mi piel. Nuestras narices se rozan y miramos los labios del uno al otro.

Entonces llegó el momento. Nuestras respiraciones mezclándose al unísono. Él cierra sus ojos y se inclina hacia delante.

Me mantengo seria. Joder. Contengo la risa y vuelvo a mi neutralidad.

Sus, no tan finos, rojos y apetecibles labios, están a unos cuantos milímetros. Siempre imaginaste esto T/N, ¿no es así? Me digo a mí mismo.

Sí. Claro que me lo imaginé. ¿Y por qué no hacerlo? Es el sueño de todos sus fans.

Lo miré una vez más. Aún mantenía los ojos cerrados delicadamente y sus labios humedecidos con su saliva, aún entreabiertos resaltando su roja, casi rosada, piel carnosa y apetecible.

Vamos T/N, ¿Cuántas oportunidades tienes cómo estás? Ninguna. Exacto. Mierda. Hacerlo o no, esa es la cuestión.

-Mírate. ¿Lo quieres?

To way - Aidan Gallagher y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora