Aidan
-Nada mamá -dije -estamos saliendo para allá, ¿verdad T/N?
La reté con la mirada, entrecerrando los ojos y sonriendo victorioso. Es más que obvio el hecho de que dirá nada. No es tonta... o al menos eso creo. Me miró furiosa, quizá no debí hacerlo. Puff, ¿qué va? Me encantó ver la enojarse.
-Sí, Camille -me dirigió una sonrisa falsa. Dios... ¿Esta chica no puede ser más irritante?
-Pues bueno, vamos ya. La cena se enfría -dijo mamá mirándonos con cierta sospecha a los dos.
La seguimos, T/N adelante mío y yo pues... al final, teniendo una perfecta vista de su... trasero. Caminé, tranquilo sin preocuparme a que alguien haya oído algo. El comedor queda lejos, dos cuartos de donde estábamos de hecho, por lo que es muy probable que sea así.
Al llegar, nadie dijo nada. T/N se sentó al costado derecho de Vanessa, y yo me senté justo en frente de ella. Al costado izquierdo de mamá.
-Disfrutemos la comida -dijo finalmente papá, rompiendo ese silencio incómodo que invadía la habitación.
Todos asintieron y comenzaron a comer.
Después de unos minutos, habló Vanessa.
-Señor Gallagher, que grande y bonita casa tiene.
-Oh Vanessa llámame Rob, por favor. No estamos en el trabajo -dijo riéndose un poco -y gracias. Seguramente tú casa debe ser igualmente una maravilla.
-Bueno... Rob, no están grande como la suya, pero es bonita y acogedora para mi gusto.
-¡Ahora quiero conocerla! La próxima cena será en tu casa -mamá lo miró sorprendida, pero este no se inmutó para nada.
Miré a T/N coquetamente y alcé las cejas en tono de burla. Me viró los ojos y me ignoró por completo. Ugh, ¡qué resentida!
-Por supuesto, cuando guste. Las puertas siempre estarán abiertas para usted y su familia -dijo Vanessa finalmente.
-Aidan... Aidan, podría darle un pequeño recorrido de la casa a T/N y así... se conocen más, ¿qué dices Vanessa? -T/N casi se atraganta al escuchar decir eso, contuve la risa para no tener problemas. Realmente no tenía inconvenientes con eso, es más, así aprovecho y la molesto un poco más.
Me miró furiosa, como si yo tuviera la culpa que a mí madre se le ocurrieran semejantes bobadas para volvernos amigos.
-Por supuesto -dijo Vanessa. T/N la miró con los ojos abiertos como platos. En verdad no les gustaba la idea de pasar tiempo conmigo. Ni a mí. ¿Quién querría pasar tiempo con una arruina camisas?
Todos terminaron de comer.
-Vamos a la sala, así charlamos un poco más, ¿les parece? -dijo papá tratando de ser amistoso.
-Yo recojo los platos si no les molesta -dijo T/N con un cierto tono de timidez.
-No hay problema. Que Aidan te ayude, a ver si se le pega un poco de tus modales -dijo mamá. Fruncí el ceño, ¡yo ya tenía modales! ¿Acaso esta mujer se alimenta con mi vergüenza?
T/N rio bajo. Los mayores se levantaron de la mesa y se dirigieron al comedor. Quedando solos, una vez más, T/N y yo.
-Con que no tienes modales, ¿no?