Capítulo 4.

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T/N

Abrí los ojos, o por lo menos traté...

-L-a lu-z... -dije. Mi cuerpo pesa... Y el pitido, sigue ahí, aunque ahora es leve. Ese último pitido que oí antes de... ¿Qué carajo había pasado?

-¿T/N?

Mis ojos se acostumbraron poco a poco a la luz del lugar. Miré en dirección, de donde había provenido la voz llamándome.

-Tía -se acercó delicadamente, y empezó a mirar y toquetear mi rostro, sus ojos...- Hey, ¿Qué pasa...? -alcé mi brazo y...-. ¡¿Qué es esto?!

Mi brazo. ¿Por qué tengo un tubo en mi brazo? Y... ¿está bata? Miré alrededor. Una camilla. Estoy sobre una camilla. Las paredes blancas. Ese pitido. Ese pitido viene de una maquina. Ese olor...

-¿Qué hacemos en este hospital? ¿Qué hago sobre esta camilla, tía?

­-N-no lo s-sé... M-

­-¡¿Hace cuánto estoy aquí?!

-Cariño... -toma mi rostro y me mira fijamente-. Cálmate. Necesito que te calmes para explicártelo... -tomo aire y asiento, lentamente, con la cabeza.

-¿Está bien? -miro el marco de la puerta y entra Gabriel-. ¿Estás bien? -asiento otra vez.

-Mira T/N. No sabemos que pasó -comenzó diciendo Vanessa- ...en el restaurante, la gente empezó a amontonarse en nuestra mesa, te perdimos de vista y te empezamos a buscar. Después de un rato todas esas personas empezaron a irse y decidimos buscarte por todo lado. Y cuando no te encontramos... -sus ojos empezaron a cristalizarse. Las lagrimas se asomaron, amenazaron con salir... y al final, lo hicieron-. Cuando no te encontramos me asusté demasiado. No sabíamos que hacer. Ni donde pudieras estar. Me sentí impotente ante el hecho de no poder encontrarte... Decidimos esperar en el restaurant. Tres horas después, me llamó el hospital. Llevas cinco horas aquí. No dijeron nada acerca de como llegaste, solo sobre tu golpe en la cabeza. Te mantuvieron aquí en cuidados intensivos por el desmayo que tuviste después de dártelo, -toco mi cabeza y siento vendas cubriendo toda esta- y porque no despertabas -tanteo un poco más hasta que siento un hinchazón y solo el roce de mis dedos provoca dolor. Auch. Duele. ¡Carajo!-. ¿Recuerdas algo cariño? ¿Recuerdas como te hiciste ese golpe?

-No. Yo...

-¿Qué es lo último que recuerdas?

-...a esa... persona.

-¿Qué?

-En el restaurant. No los encontraba y también los empecé a buscar, pero alguien me jalo del brazo y me hizo correr hasta la cocina. No pude ver su cara, tenía puesto una capucha. Le grité que me soltara y me intenté zafar, pero era mucho más fuerte que yo. Él...

­­-¿Él?

-Si. Era hombre, o por lo menos su voz sonó masculina. Mehabía tomado de la cintura y puesto en sus hombros, pataleé y... despertéaquí.

To way - Aidan Gallagher y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora