𝗗𝗘𝗦𝗧𝗜𝗡𝗢 |ʰʸᵘⁿⁱⁿ [𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲]

XVII

—Hyung ya vamos — pidió el menor tironeando del brazo del alfa por quinta vez pero al parecer estaba mas interesado hablando con la mayor que en ir al trabajo.

—Ya Innie espera un poco — se acercó a la estantería que había en la cocina y sacó un sandwich que había quedado de la noche anterior.

—Vamos, vamos, vamos — rogó mirando a su novio con un puchero y ojos llorosos.

Él de verdad estaba emocionado y quería ir a ver a su amigo pero el mayor no tomaba en cuenta eso y él tenia su arma secreta.

—Innie vamos al auto por mientras — Chan llego tomando los hombros del menor con sus manos y girando lo — Adiós mamá — se despidió antes de salir.

—Así que tu amigo es el nuevo secretario — comentó cuando estuvieron dentro del auto.

—Sip — contestó con una sonrisa.

—Espero que no tenga mucho trabajo hoy y puedan hablar — dijo desde el copiloto mirando hacia atrás al menor.

—Si espero — sacó su móvil y comenzó a jugar en una de las aplicaciones que tenía.

—Si te da hambre pasa a mi oficina, tengo tu desayuno y almuerzo — dijo apenas el menor se colocó al lado de él para caminar al ascensor del estacionamiento.

—Bueno — contestó sin prestar mucha atención.

—Hyun tienes que pasar a la recepción por las fotografías de Tae y enviarlas mejores al editor para la revista de este mes — habló Chan mirándolo mientras entraban al ascensor.

—Es verdad se me había olvidado — Miro su reloj y sonrió, habían llegado 10 minutos antes que siempre y todo gracias a la emoción del menor.

Llegaron al primer piso y los gritos y flashes fue lo primero que vieron los tres. Chan se puso frente a ellos de espalda a las cámaras mientras los otros seguían intentando sacar del edificio a los medios.

—Chan saca a Jeongin — pidió Hyunjin.

Chan se corrió y dejó pasar a su jefe mientras escondía en su pecho a Jeongin para subir en el ascensor.

—¿Siempre es así? — pregunto Jeongin cuando las puertas de cerraron y Chan lo soltó.

—No, generalmente pasa cuando se le ve con alguien, dan adelantos de portadas o se crea algún rumor — explicó.

—¿Pero esta vez no sabes por qué fue? — preguntó de nuevo.

—No — respondió encogiendo sé de hombros.

Los segundos pasaron rápidos y ya se encontraban a un piso de la oficina de Hyunjin.

—¿Estas emocionado? — preguntó Chan y el otro lo miró con ojos brillantes al igual que su sonrisa mientras asentía.