𝗗𝗘𝗦𝗧𝗜𝗡𝗢 |ʰʸᵘⁿⁱⁿ [𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲]

XXX

Una semana llena de estrés para el mayor, Jeongin volvió a caminar a los tres días con ayuda de Changbin en el departamento. Decidieron no ir más al lugar donde se veía todo sobre la gala para no provocar más estrés al mayor, la semana había sido aburrida para el menor de todos, no podía ver a Tae, Kook, ni siquiera a Min y eso le aburría, sumándole el problema con el hospital y sus piernas. Y recordando eso, Hyunjin demando a él hospital y después de una investigación de dos horas encontraron las pruebas, despidieron a cinco personas y tendrán que pagarle a Hyunjin todo el problema.

—¿Pero tu estas bien? ¿El bebé? — preguntó y el otro suspiro.

—Si — contestó recostadose en el sofá — Mi pancita ya se nota — dijo con ternura.

—¿enserió? — preguntó con emoción.

—Si Hyunnie dice que me voy a ver más lindo pero no lo sé, voy a subir de peso y quizás algunas cosas no me queden buenas — hizo una mueca que el mayor no vio.

—Tu siempre te ves lindo y las prendas dan lo mismo, tienes un closet del porte de todo mi departamento no reclames — le dijo.

—No seas exagerado — reclamo riendo.

—Oh vamos Hyunjin hyung tiene una mansión, como minimo tu cuarto es del porte de dos departamentos — dijo exagerando otra vez.

—No, la casa es grande pero no tan grande como la de su padre, esa sí es grande, es como las de las películas, cuando tienen como mil habitaciones y las escaleras son de mármol y todo — dijo soltando un suspiro.

—Jeongin a almorzar — llamo Changbin desde la cocina.

—Ve a comer y alimenta bien a mi sobrino — dijo despidiéndose.

—Tu termina de trabajar luego hoy es viernes y sales temprano, adiós, cuídate y saludos a Minho — dijo antes de cortar.

Después de cortar el menor se fue a la cocina y se sentó en una silla que estaba al frente de la pequeña isla.

—Se supone que hoy Hyunjin llega más temprano y el fin de semana trabaja desde el computador — hablo de repente Changbin.

—¿Entonces no estarás el fin de semana? — preguntó un poco desanimado.

—No, quizás voy a dormir todo el día o quizás vaya a comprar alguna cosa rara, no lo sé — se encogió de hombros.

El omega no contestó, simplemente siguió comiendo.

Era casi de madrugada y Hyunjin venía llegando y como todas las noches venía hablando por teléfono con su papá.

Llegó y el menor lo iba a abrazar pero ni siquiera lo vio y entró al baño, a los segundos se escucho como el agua de la ducha era abierta.

—Creo que papá está cansado hoy — hablo mirando su pancita y acariciándola un poco, tomó la bandeja de sushi y la llevó a la cama.

Se sentó casi al medio de esta y encendió la televisión para poner alguna película. A los minutos entro el mayor con una toalla en la cintura mientras con una mano secaba su (ahora) largo y negro cabello y en la otra traía su ropa sucia. Dejó la ropa en una esquina y sacó ropa para luego vestirse.

—Gracias — le dijo cuando se giro para acostarse.

—Quiero que te relajes un poco, estas muy tenso y distraído cuando llegas — corrió la bandeja y lo hizo acomodar su cabeza en sus piernas.

—¿No te voy a aplastar si estoy aquí? — preguntó mirándolo.

—No, mi panza aún está muy pequeña como para que la aplastes — le dijo con una sonrisa.

—¿Este bebé está feliz? — preguntó subiendo la polera del menor y poccionando su mano en la pancita de éste.

Escucho al omega reír y lo miro con una sonrisa.

—Tu mano está helada y da cosquillas — dijo entre risas.

—Perdón — dijo tímido quitando su mano y bajando la polera.

—No te preocupes — le sonrió — Mira pedí tus favoritos — le sonrió apuntando la bandeja de sushis.

—Eres un ángel — dijo sentándose en la cama y tomando los palillos para comenzar a comer.

Eran las 3am y Jeongin se había dormido en el pecho del alfa (como generalmente lo hacía), Hyunjin lo miraba mientras dormía y le daba pequeñas caricias en el cabello, en su carita o en su pancita.

—¿Por qué llegaste a mi vida? — preguntó en un susurro.

—Tantas cosas nuevas que viviste... ¿Habría sido igual si tus padres no hubieran muerto? — otra pregunta en susurro provocando que el menor se acurrucara más en su pecho y se tapara un poco más con las mantas.

—¿Eres feliz? — preguntó con una pequeña sonrisa nostálgica.

Se acordó un poco más abajo y acomodo al menor en su cuello, casi en el pecho, los tapó bien y con una última mirada se durmió.

Apenas lo escucho soltar pequeños ronquiditos abrió sus ojos y sonrió, su mano que permanecía rodeando al alfa la movió acariciando un mechón de su cabello.

—Soy feliz estando a tu lado — le respondió en un susurro.

—Te encontré en el momento justo y eso me encanta — respondió a la otra pregunta y aspiro su aroma, cerró sus ojos y soltó el aire, antes de quedarse dormido de verdad.