LOUIS
El árbitro termino el partido, todo el equipo festeja el triunfo. Se siente muy bien, ver a todos celebrando por lo que hemos estado trabajando, me llena de emoción. Después de tantos abrazos, busco con la mirada a mí madre. Ella está bajando la gradas con mi hermano y detrás de ellos viene mi papá, él lo vió todo. Después de todo me da gusto que esté aquí para que pueda ver qué no seré alguien como él, que tengo metas y una de ellas es sacar adelante a mi familia.
—Hijo —mi madre me abraza fuertemente—. Me siento tan feliz por ti —murmura cerca de mí oído. Cuando deja de abrazarme, mis ojos se iluminan en verla feliz.
—Louis ¿Me vas a enseñar a jugar como tú? —cuestiona mi pequeño hermano.
—Si enano —contesto feliz.
—Felicidades —habla esa voz. Levanto mi mirada para toparme, a la persona que más me ha lastimado físicamente y mentalmente. Solo me quedo en silencio sin decirle nada.
—Hijo, ve a festejar con tus amigos —mi madre rompe el silencio.
Asiento, le doy un último abrazo y un beso después abrazo a mi hermano. Otra vez volveré a sentir que los extraño aunque yo decidí mi destino, quise estudiar aquí. Necesitaba estar lejos de la mierda de mi casa que se resume en; mis padres peleando, mi papá borracho, yo gritándole y él golpeándome. Aún así mis noches siguen siendo pesadas al pensar en mi mamá y mi hermano. Si quiero sacarlos adelante tengo que seguir.
Por más doloroso que sea estar separados.
—Mamá cualquier cosa me hablas ¿Si? —sueno frío. Ella asiente tranquila.
Les doy una última mirada, y después a mi padre quién me observa serio sin ninguna emoción ¿Algún día demostrará cariño por mi? O solo seguirá siendo de piedra. Cuando me alejo, volteo a verlos pero ellos ya se están yendo.
—Chicos vamos a la cafetería a cenar pizza —anuncia el entrenador.
Todos respondemos con un "Wow" mientras lo seguimos.
—¡Chicos esperen! —volteo. Me sorprendo cuando veo que George sostiene la cabeza de la botarga de lobo. ¿Todo esté tiempo ha estado debajo de eso? Increíble—. ¿Qué me ves idiota? —me pregunta molesto.
—Nada —sonrió y sigo caminando con los demás chicos hasta que me dí cuenta que Geoger calló, todos se ríen mientras caminamos. No me moleste en ayudarlo ya que tiene un humor horrible.
En fin, todos parecen felices y satisfechos. Ahora solo tenemos que esperar los resultados de otros equipos y ver quién estará en la final, que será en unos meses.
Mientras tanto a seguir disfrutando de lo que logramos.
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VICTORIA
Hoy es navidad, se supone que debería ser un día feliz pero no lo es para mí. Han pasado nueve años desde que no paso navidad con mi mamá. Todas las navidades en mi "casa" solo bajaba a comer y regresaba a mi cuarto. Aún así mi padre dejaba mi regalo en el árbol de navidad, cuando era niña lo abría con emoción pero me decepcionaba cuando veía un oso pequeño y el de Amber eran muñecas, y más regalos que solo hicieron que se volvería una niña malcriada. Lo peor fue cuando los pequeños osos se convirtieron en mi único regalo de cada año que pasaba, gracias a eso mi cuarto está rodeado de osos. Pero eso acabo cuando cumplí once años, desde ahí no hubo más regalos y sigue sin importarme, no quiero recibir nada que venga de mi papá.
Sin embargo, pienso que aún queda una gota de amor en su corazón ya que me paga los semestres de la escuela y me deposita dinero en una tarjeta de débito que me dió, no es mucho, pero es suficiente.
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We're Younger
Novela JuvenilAmores que son prohibidos pero no son imposibles. Amistades débiles pero inquebrantables. Problemas que arrastran pero no matan. Corazones de piedra que pueden romperse. Verdadades que esperan ser descubiertas. Lágrimas sin piedad pero que buscan...