VICTORIA
El prefecto nos llevó a los vestidores de los jugadores dónde hay más basura de la noche del viernes. Él me entrega unas bolsas negras tan seco como siempre.
¿Quién es más frío? ¿Dylan o el prefecto? La respuesta; los dos.
—Comiencen a recoger más tarde vendré a darles salida —anuncia.
No pude quedarme callada nos quedamos solos.
—Por tu culpa estamos aquí —reclamo.
—Tu fuiste la que me provoco —ataca.
—Si no hubieras sido tan Idiota te hubiera ignorado —contraataco.
—Victoria te puedes callar —me arrebata una bolsa de basura comenzando a recoger.
Hago lo mismo ya que lo último que quiero es estar aquí con él así que es mejor acabar rápido. Mientras estoy recogiendo alcanzo a ver un tatuaje de una serpiente en la parte inferior del brazo derecho de Dylan. El tatuaje hace que luzca como el típico chico malo. No puedo engañarme se ve muy atractivo. Él se da cuenta que observo su tatuaje, y al instante trata de ocultarlo.
—¿Te dolió hacerte el tatuaje?—pregunto. Él deja de hacer lo que estaba haciendo para mirarme con su entrecejo arrugado.
No puedo quedarme callada. Odio el silencio.
—No te voy a responder —responde con desprecio.
—¿Cuál es tu problema? —alzo la voz.
—Tu eres mi problema —escupe molesto acercándose a mi, tirando la bolsa. Hasta ahora, lo único que hecho es defenderme de él.
—Pues tu eres el mío.
—Tú eres el problema, ¿Qué tú padre no te enseño a comportarte? —pregunta fríamente.
—¿Y tú Dylan? tu padre no te... —no termino porque pasó su puño a mis costados golpeando uno de los casilleros que estaba detrás de mi haciendo que me sobresalte.
Tiene una mirada oscura y dura, ¿Se convirtió en una bestia? No puedo saber que es lo que la pasa. Dylan mueve su cabeza hacia delante acercándose a mí, quedando a poca distancia de mi rostro. Parpadeo por su cercanía, y luchó contra mis fuerzas para no morderme mi labio de los nervios.
—No vuelvas a mencionar a mi padre —amenaza duramente. Siento su aliento golpear mi rostro, pero me concentro en sus ojos verdes ¡Te está amenazando Victoria! ¡Sal de tu nube! —. ¿Entendiste? —aprieta los dientes. No entiendo su actitud, él comenzó primero en mencionar a mi padre que no me importo que lo hiciera. Me hace pensar que tal vez algo ocurre con su padre o simplemente no le gusta mencionar a la familia.
Yo no jugaría con eso sí lo conociera.
Me quedo sería viéndolo fijamente a los ojos. Sé que si hablo mi voz sonara debil ¡¿Por qué tenía que ser guapo?!
Dylan se aleja lentamente con una mirada fría sin quitar su vista de mí. Me da la espalda para volver a tomar la bolsa y seguir recogiendo como si nada hubiera pasado. Me quedo un rígida en mi lugar asimilando su actitud de bestia que sacó.
¿Qué ocurre con él?
Sin ganas vuelvo a recoger. No quiero seguir en este silencio largo. Tampoco puedo evitar mi pensamientos, esos que quieren saber más sobre el chico que está enfrente de mí. Hay algo más en su mirada, su comportamiento y sus palabras. Solo una persona que vive atormentado puede actuar así pero la pregunta es... ¿Cuál es su historia?
Me siento aliviada al ver qué ya casi terminamos.
Por último dejo las bolsas de basura en un solo lugar y levanto la mirada para ver a Dylan quién está apunto de salir. Él está por abrir la puerta y cuando lo hace, se escucha un ruido extraño, asomó la cabeza a su dirección y ... Me quiere dar un infarto, rompió la manija ¡Oh dios mío! Intenta ponerla pero no abre.
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We're Younger
Dla nastolatkówAmores que son prohibidos pero no son imposibles. Amistades débiles pero inquebrantables. Problemas que arrastran pero no matan. Corazones de piedra que pueden romperse. Verdadades que esperan ser descubiertas. Lágrimas sin piedad pero que buscan...