Capítulo 5 Una fiesta de locos parte 2

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AMBER

Necesito ir al baño urgente pero no quiero ir sola, mis amigas ya están ebrias así que me dispongo a buscar a Max. De lejos lo veo hablando con un grupo de chicos, me acerco y tocó su hombro para llamar su atención.

—Max —alzo la voz para que me pueda escuchar—. Acompáñame al baño no quiero ir sola —me sonríe cuando me ve.

—Amber estamos en la escuela nada puede pasar —Enserio dice eso cuando todo el salón está en su peor estado.

—Por favor —suplico.

Se me queda viendo serio después rueda los ojos y se adelanta, yo lo sigo, no quiero perderlo de vista. Mientras caminamos hacia el baño que no estaba tan lejos de la cancha, veo que las parejas no pierden su tiempo y se comen locamente, no entiendo porqué no se van a un lugar más privado.

—Te espero aquí —dice Max después de que llegamos al baño.

Entro y me dispongo hacer lo mío, agradezco que no hay nadie así me sentiré más cómoda. Escucho que alguien más entrar, eso lo odio porque no quiero que escuchen el ruido que todas hacemos en el baño. Me apresuro en salir y cuando lo hago me encuentro a Max recargado en el tocador.

—¿Por qué entraste? —pregunto de inmediato.

—No quería seguir viendo a la gente de afuera —se encoge de hombros.

Él baja su mirada a todo mi cuerpo. Ignoro eso caminando hacia el tocador y mientras me lavo las manos veo por el espejo que Max se me acerca y acaricia mi pierna derecha sintiendo su respiración detrás de mí oreja.

—No puedo resistir más —susurra con una voz ronca.

De repente Max me toma de la cintura y hace que voltee para quedar frente a frente. Yo me dejó llevar por sus caricias no puedo mentir él me hace sentir muy bien y también se que muy en el fondo sigo sintiendo algo por él.
El sigue jugando con mi deseo así que yo también hago lo mismo juntando mis caderas con la suya. Max me sonríe juguetón mientras está cerca de mis labios.

Finalmente Max junta sus labios con los míos con mucha presión. Al principio era lento pero poco a poco lo llevamos a un nivel más rápido, si en algo estoy segura es que nadie me ha hecho sentir tanto placer que él. Max deja mis labios para llegar a mi cuello dejando besos suaves sobre mi piel mientras me sube al tocador haciendo que mis piernas estén alrededor de su cintura.

Hago mi cuello para atrás para que pueda seguir con más facilidad pero él se separa, los dos estamos con la respiración acelerada sin embargo le sonrío le quiero recordar que al principio no quería venir.

—Si no hubieras venido conmigo no habrías tenido este momento.

—Si yo no hubiera entrado no estaríamos así —murmurra con deseo cerca de mis labios. Vuelve a besarme sin prudencia.

Esta vez sube mi vestido quedando mis bragas a la vista, sé lo que se viene y estoy decidida a tener sexo con él ahora que estoy sintiendo el calor y la humedad en mi interior.
Sus manos dejan de acariciar mis piernas y el motivo es porque se apresura a sacar el condón, no espera más y se baja los pantalones ahora puedo sentir su miembro erecto entre mis piernas y eso me excitó aún más.

—Deseaba tenerte dentro de mí —murmura con la respiración agitada para después entrar en mi.

Gimo al sentirlo, acaricio su pelo para atraerlo más a mi y él con una mano toma uno de mis pechos mientras nos besamos apasionadamente. Los jadeo se hacen presente como musica en mis odios.

DYLAN

—Y bien ¿Cómo te fue? —me pregunta Leo alejándose de una chica.

—No encontré nada porque Victoria llegó, buscaba el teléfono de su papá pero he pensado en seguir tu consejo —declaro mientras le quito su bebida y la bebo.

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