VICTORIA
Después de estar en el agua disfrutando al máximo, los profesores nos llamaron a comer sus famosos sándwiches. Prefiero esperar a que todos salgan para hacerlo al último. Para mí ha sido tan relajante estar aquí, lejos de mis preocupaciones por un rato.
Valió la pena todas la suplicas que le hice a mi papá para entrar a este internado. Aunque me sigue sorprendiendo que Amber me siguiera, pero sé que intenta ocultar que escapa de los mandos de su mamá y también sé que lo hizo para demostrarle a mi padre que no es solo una chica con cara bonita sino que también tiene cerebro. Sin embargo, sé que tiene un sueño diferente pero esa persona que más ama parece no importarle.
Me acerco a la orilla para salir del agua. Los únicos que están cerca es Max, y del otro lado Dylan quién está poniendo su pantalón y junto a él está Amber esperándolo.
Que empalagosa.
—Te ayudo —Max me ofrece su mano. Dudé unos segundos pero termino por darle mi mano y salgo sin problemas.
—¿Max puedo hablar contigo? —pregunta Amber quién estaba con Dylan a un lado. Me estoy aguantando una sonrisa al ver que si está surgiendo efecto al verme con Max. Él asiente pero voltea a verme y guiña un ojo para mí ¿Quiere que Amber se vuelva loca? Si definitivamente. Ignoro la mirada de Amber que pareció una eternidad, y por fin se alejan los dos.
—¿Lo disfrutas? —me saca de mis pensamientos una voz.
—¿Que? —pregunto confusa hacia Dylan que solo niega mientras sonríe. Sé que piensa que lo hago por molestar a Amber y está en lo correcto.
De repente él baja su mirada hacia mis... ¿Pechos? ¡¿Por qué diablos me está viendo?! Estoy apunto de decirle algo pero me interrumpe.
—Ten —me lanza su camiseta, cayendo en mi hombro. Lo veo sin entender el por qué—. Se transparenta tu blusa blanca —bajo mi mirada hacia mis pechos e inmediatamente me tapo.
—¡Y tu qué miras! —reclamo. Me da pánico al pensar que me ha visto.
—Nada, porque no hay nada que ver —bromea. Imbécil.
—Pues tú no eres la gran cosa para mis ojos —lo observo de arriba hacia abajo.
—Y tú no lo eres para los míos —me insinúa.
—Me alegro —sueno molesta, ¿Por qué se aferra a hacerme sentir mal? —. ¿Te crees muy guapo, cierto? —le pregunto.
Él alza una ceja divertido. —¿Es lo que piensas?
—No, yo pienso que eres un idiota.
—No me interesa lo que tú piensas.
¡Idiota! me acerco a él con enojo y lo empujo para que caiga al agua pero él fue más rápido que yo, y me toma de las muñecas haciendo que caigamos los dos.
Siento el sonido del agua por mi oídos y también un cuerpo junto al mío. Inmediatamente mi cabeza sale a buscar aire, agradezco que el agua no esté tan profunda. Cuando abro los ojos lo primero que hago es alejar el cuerpo de Dylan. Él me ve con diversión en sus ojos ¡Estúpido bipolar! Pero diablos... Porqué se tiene que ver tan guapo con su pelo mojado y su pecho desnudo en el agua.
—Eres un... —Ya no se que decirle, mi corazón no para de latir y mi ojos de verlo. ¡Me siento tan tonta!
—¿Un qué? —reta.
—Idiota —sonríe.
—Fastidiosa.
—idiota.
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We're Younger
Teen FictionAmores que son prohibidos pero no son imposibles. Amistades débiles pero inquebrantables. Problemas que arrastran pero no matan. Corazones de piedra que pueden romperse. Verdadades que esperan ser descubiertas. Lágrimas sin piedad pero que buscan...