Capítulo 9 Casualidad o Destino

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VICTORIA

Estamos llegando a la clase de álgebra Louis y yo, algunos chicos ya estan en el salón y otros aún no. Al último, llega Flor que se había desaparecido antes de que se acabará el receso, noto algo diferente y me doy cuenta que se cambio la falda de la escuela, ahora es más larga.

—Chicos tomen asiento —habla el profesor—. Haremos una dinámica para relajarnos un poco, ¿Quién quiere pasar al frente? —viene de buen humor y nadie quiere participar, que sorpresa—. ¿Nadie? —Después de segundos decidí ser yo así que me levanto—. Victoria bien, Necesito a más participantes —Dereck y Louis se levanta también—. Damian, Paula, y Dylan pasen también ustedes.

Ya que estamos todos enfrente, el profesor nos pasó unas vendas.

—Necesito que se tapen los ojos con las vendas, Damián te cuido los lentes —me apresuro en amarrarme la venda detrás de la cabeza—. Los cambiaré de lugar para ponerlos en dos y me van a decir el nombre del compañero que tocaran —Todos hicieron ruido al escuchar eso, mal pensados—. Solo cara, manos y hombros —dice inmediatamente.

El profesor me mueve a un lugar, me da curiosidad al saber a quien tengo en frente. Si es Louis lo reconoceré porque lo conozco bien, llevo muchos años viéndolo.

—Háganlo —ordena el profesor.

Espero a que la otra persona empiece pero no lo hace así que me adelanto. Estiro mi mano derecha y ya siento que estoy tocando el rostro de alguien, no tengo idea donde mover mi mano y es por eso que tocó lentamente la mejilla de la persona y la acaricio. Después paso las puntas de mis dedos a su nariz y sé que si muevo mis dedos hacia abajo estarán su labios pero no sé porque estoy tan nerviosa, por eso dudo tanto en hacerlo que hasta las puntas de mis dedos me están temblando mientras están bajando lentamente.

Por fin llegan a los labios de la persona que tengo frente a mi, las puntas de mi dedos rozan sus labios cuidadosamente. Sus labios son gruesos y suaves, no sé porque pero me entran ganas de probarlos ¡Ay! por dios que cosas digo. Sé que mis dedos duraron mucho en sus labios porque la persona sonríe y es ahí cuando me congelo. ¡No puede ser! conozco ese olor, es decir lo he olido antes cuando íbamos al evento de mi padre. Rápidamente bajo mi mano al pensar de quién se puede tratar.

Diablos. Y pensar que mis dedos estuvieron en sus labios como si estuvieran tocando oro.

DYLAN

Victoria deja de tocar mis labios en un instante. Me preguntó si se dió cuenta que era yo porque ya no volvió a tocarme. Yo me pude dar cuenta que era ella desde que el profesor nos puso enfrente por su olor, lo pude reconocer porque he estado tan cerca de ella.

—Dylan no has hecho nada —escucho al profesor decir. No lo he hecho porque ahora que sé que es Victoria no quiero seguir con esto.

Mi mano duda en subir y lo hago lentamente ¡agh! pero que tipo de juego es este. Mis dedos ya se encuentra cerca solo falta estirarlos un poco y lo hago con sutileza, al sentir que estoy tocando la mejilla de Victoria, muevo lentamente las puntas de mis dedos en su rostro y no sé porque pero mis dedos buscan sus labios. Cuando ya estoy por tocarlos escucho una respiración profunda por parte de Victoria, está igual de nerviosa que yo. Las puntas de mi dedos por fin tocaron sus labios, los tocó con delicadeza y sé que son finos y suaves.

—Basta —Cuando el profesor habla salgo de mi nube y bajo mis manos rápidamente—. Pueden quitarse la venda —me bajo la venda lentamente  hasta que veo a Victoria quitándose la suya. Cuando termina no luce sorprendida al verme. Como si ardiera, evitamos topar miradas—. Louis y Paula ¿Se reconocieron?

—No por un momento creí que era Amber —contesta Louis.

—Yo no lo reconocí —habla Paula.

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