Adiós

2.1K 183 15
                                    

Su preparación para auror le sirvió de algo, necesitaba mucha magia y energía, pero logró hacer el hechizo. Una tenue marca dorada emanaba de Scorpius indicando dónde estaba Draco. Harry sonrió triunfalmente, lo capturaría infraganti a ese maldito mentiroso.


Transformó una sábana en un portabebés y salió con el pequeño en su pecho. Al principio corrió, eran todas calles muggles y no sentía la necesidad de ocultar su identidad. Poco a poco la fatiga comenzó a obligarlo a caminar, hasta que finalmente estaba sin aliento. El bebé miraba para todos lados maravillado, le encantaba salir a pasear.


Harry notaba como su pierna comenzaba a resentirse. Pese a todo, su cuerpo nunca sería como el de antes. Y su único salvador se estaba por ir por el caño. Harry miró al bebé a los ojos y cuando éste le respondió con un "tata", se le hizo un nudo en la garganta. Por un tiempo pensó que podía formar una familia, pero a su vez ¿podía reclamarle algo a Draco?, su enojo comenzó a disiparse de a poco. Quizás había arrinconado al rubio y lo había obligado a entregarse, sólo para poder sobrevivir.


Cada paso, cada esquina que doblaban, el halo dorado se hacía más fuerte y el enojo era reemplazado por una angustia que le helaba el corazón. Su brazo comenzó a realizar movimientos más acartonados y Harry recordó la conversación con su amiga.


Hagrid se comunicó con los centauros, que se comunicaron con los unicornios... Un unicornio muy viejo expresó su consentimiento para que le extrajeran la máxima cantidad de sangre posible. Harían todo lo posible para no matarlo, pero mediante un pacto con otras criaturas mágicas no habría consecuencias si éste moría. Ahí empezaron las pruebas. Lograron canalizarlo con éxito y querían realizar una transfusión lo más pronto posible. Cecil estaría a cargo y Hermione y otra medimaga lo acompañarían en el procedimiento. Ellos le indicarían en los próximos días cuándo sería el mejor momento para realizarlo.


-Tata- dijo Scorpius mientras se aproximaban a una plaza. Harry salió de sus pensamientos justo a tiempo por que alcanzó a ver la cabellera rubia de Draco. Harry se escondió detrás de un árbol.


_SHHH_ lo calló a Scorpius quien inmediatamente comenzó a mover sus piernitas entusiasmado y a balbucear.


_Silencio_ musitó Harry levantando levemente la varita dentro de su chaqueta y Scorpius se sorprendió al ver de que no podía hacer ningún ruido. Pero cuando el bebé se contorsionaba confundido Harry notó algo. De él no salía ya una estela dorada, sino dos. Dos hilos invisibles para todos menos para él que le indicaban que Draco se estaba juntando con nada más y nada menos que con el padre del niño.


La ira le volvió a la cabeza como si lo hubieran golpeado. Se asomó sin temer que lo descubrieran y capturó el exacto momento en el que Draco le daba una cachetada al otro hombre. El acto los sorprendió tanto al hombre como a Harry, ¿Qué estaba pasando?Draco se dio media vuelta hacia Harry, quien corrió hasta el punto de desaparición más cercano. Por suerte, gracias a su entrenamiento tenía muy claro dónde estaban, aunque mientras corría pensaba que al carajo las reglas y que tendría que haberlo hecho allí mismo.¿Draco lo habría visto? ¿Qué mierda pasaba allí? No parecían amantes, aunque sabía que no era cualquier tipo tampoco.


Una vez que aparecieron Harry comenzó a renguear hasta estar dentro de la casa. Cuando vio al bebé notó que llevaba llorando un rato, la cara regordeta completamente roja y sudorosa, lágrimas le corrían por los costados.

LecheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora