Leche

Reencuentro

A la mañana siguiente el Sr Luhan les explicó sus teorías de por qué el traslador no había funcionado con Scorpius. La que él más sospechaba era... un lazo de paternidad. Cuando los padres anotaban a su hijo ante el ministerio, se formaba un lazo que no dejaba a uno de los padres llevarse a un niño sin un hechizo de consentimiento de la otra parte. Eso era estúpido... Draco no había firmado ningún papel... ¿Por qué Blaise se tomaría la molestia de firmar un papel para luego decirle que no quería tener nada que ver con el niño?

_Podría ser que su magia se manifieste de esa manera, o es la magia de la mansión que cree que lo está protegiendo. Pero me inclino más por el lazo. _

_No tiene sentido. _

_Probemos. Traje unas monedas-traslador. Una vez que usen una, en 5 minutos se activa la otra y pueden volver hacia aquí._

Draco asintió. Acomodó a Scorpius en su cadera y tomó la moneda. Sintió el tirón del traslador, se aferró lo más que pudo al niño, sin embargo, el brillo en su muñeca se hizo más fuerte y Scorpius le fue arrebatado por una fuerza extraña. El pequeño reapareció en un humo azul y comenzó a llorar asustado.

_Muy interesante. _ dijo Luhan mientras los abuelos corrieron a abrazar a su nieto.

Lucius y Narcissa le hacían caritas a Scorpius quien pronto dejó de llorar.

_No creo que me importe si Draco no se casa_ le susurró Lucius a Narcissa.

_No puedo creer que después de todo lo que hiciste pienses eso._ susurró de vuelta Lucius levantó a Scorpius y lo puso enfrentando los ojos de su abuela con los del pequeño.

_Es demasiado perfecto, ¿cómo pude pensar que algo tan bello podría traer deshonra a nuestra familia?_ volvió a sussurar el rubio, Narcissa abrazó al bebé. Los dos miraron al Sr. Luhan que anotaba en un pequeño anotador.

_Deberías hablar con tu hijo_ le reprochó Narcissa intentando mantener la voz baja.

_No_ susurró Lucius y Narcissa contuvo las ganas de golpearlo.

Entonces Draco apareció de vuelta. Los abuelos permanecieron en silencio abrazando al bebé.

El viejo mago y sonrió al verlo a Draco.

_Veo que ha vuelto. Mi sospecha fue la correcta. Es un vínculo de paternidad._

_P-pero eso es imposible..._ ¿De qué estaba hablando ese viejito?

_¿Qué se supone que debo hacer?_

_Debe hablar con su madre, en el ministerio hay una sección de asuntos familiares. Allí les darán un encantamiento que ella debe recitar junto al niño. Una vez que ella lo realice, podrá tomar un traslador hacia donde quiera. Puedo preparar otro al mismo lugar en Suiza si es que así lo quieren._

_Está bien. Arreglaré esto. Le informaré por lechuza el día y hora que quiero que se active el traslador._ El viejito asintió y se despidió.

_No entiendo... yo nunca hice los papeles. Tenía demasiado miedo que me lo quitaran o lo lastimaran._ les dijo e intentó que su mirada fuese lo más tóxica posible para irritar a sus padres. Pero ellos se veían preocupados.

_¿Por qué no vas al ministerio? Nosotros lo cuidaremos._ dijo su madre.

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Harry se despertó, estaba de vuelta en la habitación del hospital. Apenas veía unas figuras, en parte por las pociones que le suministraron, en parte porque no tenía los anteojos. Pero volvió a dormirse.

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En el ministerio Draco observaba como un hechizo hacía que un pergamino saliera de una estantería casi infinita con miles de ellos.