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El siempre amo los abrazos aquellos que transmiten cariño a tal punto que te asfixia de alegría que hace tu cuerpo explotar de felicidad pero sobre todo el amo a esa persona que con solo la mirada podía darle un abrazo abrazador que te dejaba con ganas de más.
Nunca dejo que nadie más que él se lo diera cuando se le antojaba mucho más cuando su novio se iba de viaje al otro lado del mundo y regresaba siempre en el mismo tren donde esperaba por horas extremas hasta que apareciera con dos maletas y su típica gorra negra sobre su cabeza.
Ese era siempre su momento favorito donde se abrazaban juntos mirándose con el amor que se dieron el primer día en que se conocieron siempre amo a su novio, el típico chico que solo amaba a su perro un poco menos que a él.
Sin duda extrañaba él calor de su cuerpo cuando se abrazaba o se besaban, lo quería de vuelta con él.
Solo si estuviera vivo.
—Escorpio— Levantó la mirada de su computador y sonrió solo deseaba un abrazo de él. —¿Todo bien?
No lo estaba.
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