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Mira la hora en su celular para notar que aún es muy temprano algo que considera más que bueno a su favor. Una visita sorpresa.
Su comportamiento algo áspero e hiriente hacia su esposo estos últimos días son más que visibles con las pocas palabras que se dicen cuando se miran o cuando él mismo desea observar a su predestinado. Nunca se ha considerado descortés pero por alguna razón no puede evitarlo. Está muy a la defensiva con su propia pareja.
—Debo esforzarme— Era una declaración de que aún le faltaba mucho.
El puesto de hombre de familia le quedaba muy grande, como todo a su alrededor. Todavía le costaba acostumbrarse a qué Virgo le llamara "cariño" la expresión afectuosa no le agradaba sino que causaba un problema en su propia garganta cuando tenía que responder con un "amor". Era un sentimiento opresor que le decía que evitará responder, que lo mejor era un silencio cortante y un paso atrás para darle distancia.
Una acción que lastimaba a su receptor, a su marido.
Una manera en que él se sentía seguro pero a costa de su pareja.
No quería hacer más daño de lo que ya estaba causando su ausencia de memoria, después del accidente de auto no recuerda nada más que estar en el hospital. Y en ocasiones, solo en momentos ve un cabello rubio y unos ojos azules como el cielo que le dan ganas de llorar y de gritar.
—Capricornio— es el nombre que pronuncia cuando su cerebro le juega una broma y le hace recordar cosas que no existen.
O eso le dice Virgo cada vez que lo escucha, también nota un vacío en los ojos verdes de su esposo y como se aferra a él, siempre le toma de la mano para decirle "Siempre recordando a personas muertas".
Y él tiene toda la razón. Mi hermano había muerto hace tanto que ya ni lo podía recordar bien, más con el accidente, ahora era imposible.
Después de todo, Virgo era el único que recordaba toda su historia, antes del accidente y después de eso.
"Virgo nunca le mentiría" Leo se lo dijo, pero no podía dudar que era manipulado por su pareja cuando había arrancado el álbum de fotos de sus manos, y cuando le callaba ante la mención de su hermano, tenía miedo de ser traicionado por la persona que se suponía debía amar pero que al final su corazón parecía detenerlo en el proceso.
Miró el fondo de pantalla de su celular, Virgo y él en una cafetería que se suponía era su favorita, Virgo estaba sonriendo a la cámara mientras él miraba su celular.
Arrugó la frente y se puso de cuclillas. La cabeza le latía tanto que pensó que explotaría.
—Sagitario, amor. Se me hizo tarde— miró como alguien se acercó a su mesa y se sentó delante de él —Virgo, porque no aparezco en la imagen, ¿quieres tener la atención de mi novio para ti?
