Estacionó en el primer hospital que encontramos, bajo rápidamente del auto y ingresó en busca de ayuda.
Detesto los hospitales.
Encuentro a una enfermera y camino rápidamente hacia ella.
—Señorita, necesito de su ayuda—digo rápidamente—Tengo a una persona...—me interrumpe
—Señorita, tenemos una gran cantidad de personas por atender.Así que si quiere puede ir a tomar un turno y esperar—dice empezando a caminar, pero me atravieso en su camino.
—Señorita usted no entiende tengo...—me interrumpe y me mira cansada
—Ya le explique, lo que debe hacer así que no fastidie—dice molesta
Suspiro cansada
—Bien, si el hijo de Jackson Schneider Kozlov llega a morir.Usted será la principal culpable—digo y cuando doy un paso la enfermera me detiene con su mano, haciendome girar.
—Me está hablando enserio—dice atónita, asiento con la cabeza—CAMILLERO—grita y en menos de nada llega uno.
Corremos hacia el auto, él chico está teniendo otra convulsión y Ava lo intenta tranquilizar.La enfermera la aparta junto con el camillero se lo llevan con rapidez Ava les sigue llorando.
Me encargo de que el auto tenga seguro y les sigo,adentrandome nuevamente en el hospital.
Me encuentro a Ava en la sala de espera, esta llorado desconsoladamente.Cuando llegó levanta la mirada y me mira molesta.
—¡¿Por qué tardaste tanto?!—espeta—Si algo le pasa a Arno, te arrepentirás toda tu vida.
Suspiro
—No fue mi culpa, la enfermera no quería ayudarme—digo y Ava bufa—Nosotras no podíamos traerle hasta aquí, si no lo notaste Arno es mucho más alto y pesa mucho más que nosotras—digo molesta.
La falta de sueño y los últimos sucesos me están poniendo de mal humor.
—Se lo llevaron para la UCI—susurra cubriendo su rostro con sus manos, para luego llorar nuevamente.
Me siento a su lado y intento con todas mis fuerzas ignorar todos los recuerdos que me trae estar en un hospital.
Debo mantener la calma, para que Ava no se altere más de lo que ya está.
—Todo va a estar bien Ava—digo acariciando su espalda.
—¿Como te llamas?—pregunta de repente—Me ayudaste y ni siquiera se como te llamas—dice mirándome.
—Etyle—digo, ella asiente con la cabeza.
—Eso es todo, no tienes apellidos—dice con el ceño fruncido.
Suspiro.
Lilina me tiene prohibido decir mis verdaderos apellidos.Así que siempre debo mentir y usar los que tanto me llenan de orgullo.
—Soy Saman Etyle Macken Villa—digo y ella frunce el ceño.
—Eres una simple mortal—dice, ahora soy yo la que frunzo el ceño.
—¿Mortal?—digo personas.
—Son personas que simplemente toda su vida han sido nada. Solo una pieza más que vive para servir a la gente con poder—dice por unos minutos me cuesta asimilar lo que la niña acaba de decir.
Vivir para servir a las personas con poder,¿Quién le intriducio ese pensamiento?.
—¿Y tu qué eres?—inquieroy ella me mira con el ceño fruncido
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The True Reality
Teen FictionLa mentira siempre buscará huir de la verdad miles de veces, pero la verdad nunca la estuvo persiguiendo solo analizó en que momento debe aparecer y cuando lo haga la mentira solo tendrá una opción la cual será hacerse responsable de todo el daño qu...