18.Monroes

95 8 10
                                    

NARRA HANNAH MONROE

El tráfico en Edimburgo es todo una mierda, llevamos dos horas atascados en el mismo punto.

Estoy apunto de insultar al vehículo de adelante,pero no lo hago porqué de seguro y me gano un buen sermón de Etyle.Al menos no he perdido de vista el jeep de ella.

Enciendo el estereo y without me de Halsey inunda todo el auto,varios minutos después debo apagarlo ya que las siguientes canciones son asquerosas.

Después de tres horas estacionamos en un edificio que reconozco,bajó del auto.

—¿Por qué estacionamos aquí?—pregunta Etyle.

Le dedico una sonrisa triunfante.

—Aquí es donde vivirás—respondo.

Frunce el ceño.

—Pero...

La interrumpo.

—Todo a su tiempo—suspira—Mientras ayuda a subir tus cosas.

Asiente con la cabeza.

Tengo muchas explicaciones que darle a Etyle y la primera es decirle que no vivirá conmigo.

Las cosas con mi madre estan una mierda y empeorará si aparezco en la puerta del pent-house con Etyle.

—La chica está confundida—dice Dilan cuando está a mi lado.

Le dedico una mirada de advertencia que comprende al instante.

Tomó el bolso de viaje de Louis Vuitton—pesa un montón, bueno todo el equipaje—,una bolsa de plástico.

—Sígueme Etyle—empiezo a caminar.

En mitad de camino se me resbala la bolsa, haciéndome ir de bruces.

¡Puta bolsa!.

—¿Estás bien?—pregunta Etyle.

Me ofrece su mano y la tomó,miro a mi alrededor que nadie haya podido ver mi caída.

—Nadie te vio—dice Etyle, como si pudiera leer mis pensamientos.

La risa delicada y fastidiosa de Dilan, me deja claro que él sí me ha visto.

—¿De cuánto era el billete?—pregunta entre risas.

Etyle frunce el ceño.

—Del mismo valor que tu lealtad—respondo molesta.

Instantáneamente deja de reír y me dedica una mirada de pocos amigos.

—¿De qué billete habla Dilan?—pregunta confundida Etyle.

Esto provoca que Dilan y yo empecemos a reír.

—Es una expresión—le explico y ella asiente comprendiendo.

Finalmente logramos subir todo el equipaje de Etyle, la peor parte le tocó a Dilan ya que tuvo que usar las escaleras—tenía que darle una lección por burlarse de mí—.

Abro la puerta del apartamento de mi hermano.

Etyle mira todo con mucha atención—esta confundida—puedo verlo con su expresión en el rostro.

Este apartamento fue un regalo de mi padre a Dilan cuándo cumplió veinte y tenía planeado regresar a Reino Unido—no sucedió—pasó dos años más en el extranjero.

Hace dos meses viajó para amoblarlo a su gusto y es que el apartamento grita;"propiedad de Dilan Andrés Monroe Jennex".

Cada mueble lo refleja a él;la sala decidió mandarla a hacer a su propio criterio,las paredes las pintó de blanco con azul rey—algunas tienen dibujos sumamente profesionales y otras decoradas con fotografías de nuestra familia—y el techo le hizo unos arreglos para que se pareciera a su bar preferido de Italia Goa.

The True RealityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora