Me dirijo hacia la cocina, pero la bocina de un automóvil me interrumpe.
Abro la puerta y por un instante el dolor pasó a un segundo plano al ver de quien se encontraba bajando de la Ram 1500 límite negra.
Cabello negro azulado, ojos castaños-iguales a los de ella-, y piel morena.
Donde quiera que vaya la vanidad le acompaña y eso me queda claro, cuándo veo como viene vestido; vaqueros negros, abrigo de gamuza marrón, camiseta cuello redondo negra y zapatilla Versace de caña alta blancas.
-Dilan-digo cuando está frente a mí.
Sonríe de lado, se inclina para besar mi mejilla.
-Llegó tu transporte damisela-susurra con coquetería.
Suelto una leve risa.
-Veo que ya llegó nuestro chófer-dice la voz de Hannah a mis espaldas.
Dilan la mira indignado, mientras que ella pone los ojos en blanco.
-Acompáñame que hay muchas cosas que subir a tu auto-Hannah me mira-Ya sabes que hacer.
Asiento con la cabeza, doy un paso aún lado y empiezo a caminar dejando atrás a los hermanos Monroe.
Ingreso al lugar donde tantas veces comí de prisa, mientras nana me regañaba por no despertar a tiempo, Francesco dormía y jugaba-era solo un bebé-y Alex se burlaba de mi situación.
No iba a suceder más, los tendría que dejar aquí.
-Toma asiento-me indica nana.
Hasta los taburetes iba a extrañar-bueno aunque cada año Liliana ordenaba cambiarlos-.Nana picaba esa verdura que hacía que sus ojos se cristalizaron, pero esta vez no era la causante de eso.
-No llores-le pido bajito.
Ella levanta la mirada y me sonríe.
-Sabía que la señorita Hannah te iba a sacar de este lugar en cualquier momento-dice con voz entrecortada-Y también que te hice prometer algo-suerve de su nariz-A Pesar de saber todo eso, me parte el alma saber que mi niña se va a ir.
Deja caer el cuchillo y empieza a llorar, rápidamente me acerco a ella rodeándola con mis brazos.
Mi vista se empieza a nublar y varias lágrimas empiezan a bajar por mis mejillas-no me quiero ir-los sollozos no tardan en aparecer.
-Tuvimos que llegar en la madrugada-dice apartándose de mí-La amas de casa de los vecinos, me llamaron informándome lo que sucedía.
Se lo que pretende alivianar la despedida, pero no va a funcionar.
-¿Van a estar bien?-guarda silencio-Te juro que si en algún momento me necesitan volveré.
Niega con la cabeza.
-Tú ve a disfrutar de la paz y alegría que tanto mereces-besa mi frente-No mires jamás hacia atrás.
La abrazó con mayor fuerza, es lo único que tengo como figura materna y no puedo hacer nada para ayudarla.
-¿Por qué lloras mamá?-pregunta a mis espaldas Francesco.
Rápidamente nos separamos, secó mis lágrimas y giro para encontrarme a Francesco intentando fruncir el ceño.
-Hola, Javi-sonrió débilmente.
Francesco mira a nana y luego a mi.
-¿Qué pasa?-pregunta sin tapujos.
Abro y cierro la boca, no tengo una explicación clara para explicarle a él, que la persona que desde siempre ha considerado su hermana se marchará.
Nana se inclina quedando a la estatura de él.
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The True Reality
Teen FictionLa mentira siempre buscará huir de la verdad miles de veces, pero la verdad nunca la estuvo persiguiendo solo analizó en que momento debe aparecer y cuando lo haga la mentira solo tendrá una opción la cual será hacerse responsable de todo el daño qu...