15.Bad Girl

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IMPORTANTE:Se que tarde en actualizar por eso les pido que vuelvan a leer el anterior capitulo para que entiendan mejor.

NARRA HANNAH MONROE

Horas antes...

¿Cuándo...—cuelgo antes de que termine de formular la pregunta.

Bajo de la Toyota 4Runner que me fue a buscar al aeropuerto.

Todo el trayecto hacia el edificio, no dirigí palabra con Neron—nuestro chófer—mi padre le informo que era mejor no hablarme.

—No olvides mi maleta—digo, asiente con la cabeza.

Entro al edificio, me dirijo a tomar el ascensor.Observo como una mujer mayor se dirige hacia aquí y no pierdo la oportunidad de oprimir el botón negandole el ingreso al elevador.

Debería sentir remordimiento por lo que acabo de hacer, pero me importa un pimiento la señora Ceiba—es la cotilla de todo el edificio—así que no hay por qué sentir culpa.

Salgo del elevador rápidamente,camino hacia la puerta del pent-house.

Toco el timbre y en menos de dos minutos la pueta se abre, mostrando a la mucama.

—Señorita Ha...

Ingreso ignorando su saludo, buscando a la persona que me debe muchas explicaciones.

La encuentro en la cocina con su habitual traje de oficina;falda baja de cola de pez color negra,  camisa de manga farol fina con encaje de cuello fruncido beige y sandalias Gucci adornadas.Su cabello en un moño alto con borde trenzado y el maquillaje recargado.

—Acaso no te enseñé buenos modales—me riñe molesta.

La miro llena de ira y antes de que vuelva a decir algo, lo hago yo.

—¡Eres una maldita mentirosa!—exclamo furiosa—¡Mil veces te lo pregunte!.

Ella camina lentamente hacia mi, pero retrocedo.

—Hannah yo...

—CALLATE—grito, causandole un respingo.

Escucho pasos acercándose, pero la ira me tiene ciega y nada me importa.

—¡Fue tu mayor apoyo!—sus ojos se cristalizan.

Dilan entra a la cocina con su entrecejo fruncido.

—¿Qué pasa?, ¿por qué tanto escándalo?—se atreve a preguntar.

—Tú—lo señaló con mi dedo índice—¡Eres un maldito traidor!—pasa saliva nervioso.

Mi madre intenta nuevamente caminar hacia mi dirección.

—¡Te ayudó a salir de ese maldito problema!—le echo en cara—¡Estuvo para tí!.

Suelta su primer sollozo.

—Yo no me cre....

Tomó un vaso que esta en la isla de la cocina y lo estrello contra el piso.

—¡Si podías, contabas conmigo!—ella retrocede asustada.

—Hannah cálmate—dice alarmado Dilan.

Le dedico una mirada de molestia a él.

—Fuiste testigo de todo lo injusto que tuvo que pasar—ambos guardan silencio—¡Recuerda bien esto madre,la gente que muerde la mano que los alimenta, suele lamer la bota que los patea!.

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