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Mis pasos llenos de decisión y determinación se vieron poco a poco frenados luego de cerrar la puerta principal de mi casa. Sí, lamentablemente, el nerviosismo había entrado en mí como de costumbre.

Dados unos segundos ahí estaba yo, frente a su casa, debatiéndome mentalmente en si tocar o no. ¿Por qué?, sencillo, no quería toparme nuevamente con Choi en el día. Me arrepentía del hecho de no haberlo pensado antes, tan solo le hubiera pedido a Leeni hablar en otra parte por mensaje.

— Kim..— su llamado inesperado a mis espaldas me sobresaltó un poco. Pero, a pesar de ello, no dije nada, tan solo me relamí mis labios en un acto de nerviosismo aún dándole la espalda.

¿Por qué?, ¿cómo es que tenía la mala suerte de que apenas estuviese llegando a casa?

Dados unos segundos, era un silencio incómodo lo único que nos acompañaba. Por lo que, alcé mi mano con la intención de llamar a la puerta y dejar atrás aquella sofocante sensación, sin embargo, mi acción se vio velozmente interrumpida— ¿Por qué estás aquí?— su tono serio y demandante, aunque no quisiera aceptarlo lograba intimidarme un poco.

— ¿No puedo venir a hablar con mi amiga?— devolví a la defensiva, girándome en su dirección— ¿Acaso tengo que pedir permiso para ello?— solté, y sin esperar respuesta de su parte, me giré nuevamente para esta vez completar mi misión de llamar a la puerta.

Tragué en seco cuando este detuvo mi muñeca en el aire posicionándose muy cerca de mí. Sin pensarlo mi mirada se posó en el agarre que ejercía su mano sobre la mía. Al percatarse de ello enseguida me soltó y se dispuso a abrir la puerta principal, lo siguiente fue Choi pasando de largo por mi lado derecho.
Esperé a que este cerrase la puerta tras de él, sin embargo, no lo hizo, lo que me permitió adentrarme segundos después.

— ¡Unnie!, ¿qué haces parada ahí? pasa pasa— mi atención fue a la dueña de aquella voz que me llamaba desde el sofá con señas.
Miré hacia las escaleras, en efecto, Choi ya había subido.

— Hola— saludé sonriente a mi amiga mientras me dirigía a ella.

— ¿Qué te trae a mi maravilloso hogar?, bueno, es raro, ya sabes, no sueles pisar mi casa por.. ya sabes quien— sonrió sin ánimos al término de ello, pero, tras unos segundos, otra gran sonrisa fue surcando en sus labios— Oooh.. ¡¿has hablado con Chanhee?!

— Leeni..— aquello bastó para que la castaña me interrumpiese.

— ¿No lo han hecho, cierto?, bien, okay.

— Necesito hablar seriamente contigo— formulé, tomándole desprevenida.

— ¿Seriamente? ¿ocurre algo malo?— indagó,  con ahora visible preocupación.

— Leeni, Sunyoung me platicó de lo que hablaron.

— Oh eso.. — pausó por un momento— Y mantendré mi palabra— reafirmó lo antes dicho por mi hermana.

— No puedes hacer eso, solo.. olvida que tu hermano y yo ya no nos caemos bien, solo.. déjalo pasar ¿sí?, no puedes discutir con él a causa mía, no permitiré aquello— me negué rotundamente a aceptar que eso sucediera.

— Pero unnie-

— Espero hagas lo correcto y se arreglen cuanto antes, ¿está bien?

— Pero-

— Leeni— advertí seriamente.

— Nabi unnie, puedo tomar decisiones y acatarlas con firmeza ahora, ...pero lo haré. Si eso te hace sentir más tranquila hablaré con él, pero no será porque realmente piense que deba hacerlo, a ese chico lo desconozco como mi hermano mayor, esa mujer se encargó de cambiarlo por completo, la detesto fuertemente— soltó con evidente molestia mientras fruncía su entrecejo levemente.

|| WITCH || Choi ChanheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora