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— Estoy yendo para allá ahora mismo— respondí a Hye a través de la línea.

¡Cierto!, era hoy. ¿La señora Kwon sigue trabajando ahí?

Parece ser que si, ayer no pude platicar con ella, pero tuve un acuerdo con la subdirectora— expliqué, con una sonrisa en mis labios.

— ¿Seguirá esparciendo maldad como solía hacerlo?, pobres chicos— rodeé mis ojos divertida.

— Vamos, no era tan mala.

Claro, porque tú nunca llegaste a las temibles garras de la directora por intentar estar a la moda y ser rebelde al menos una vez en tu vida— inmediatamente solté una risilla.

— Quizás se casó y el matrimonio ayudó a mejorar su carácter.

Seguro Kim, ¿no has oído hablar que la vejez empeora todo?, lo más seguro es que esté hoy en día peor— volví a reír luego de escuchar su tono de voz.

— Bueno, eso lo descubriré en menos de 20 minutos, deséame suerte Park— únicamente la escuché soltar una risa.

— Te mando mi bendición si es necesario, con ese ser maléfico no podemos estar seguras— siguió bromeando.— Ya dejando de lado un poco la exageración, quizás solo es estricta con sus mismos estudiantes, ¿y cuál es la buena noticia?, ¡que eres egresada querida!, ello debe de darte algunos puntos a favor— sonreí ampliamente debido a sus ocurrencias.

— Eso espero.— pronuncié, observando así por la ventana del taxi. Había llegado.— Bueno, te veré en unas horas, se buena gente con los de tu alrededor y comparte el amor.

Sí sí, ser buena persona y eso. Lo tengo Kim— regresó con gracia.

— Exacto. ¡Hasta luego!— me despedí, a la vez que buscaba el dinero requerido en mi bolso.

— ¡Byebye!— colgué después de ello.

— Aquí tiene, muchas gracias— pagué enseguida, y con algo de prisa salí del automóvil.

Estando parada por segunda vez frente a lo que fue mi escuela secundaria, tras varios años, resultaba nostálgico y acogedor.

Ahí me encontraba yo, lista para empezar finalmente mis prácticas profesionales, claro, si todo salía bien, y la directora Kwon terminaba por aprobarlo.

La vida adulta estaba a la vuelta de la esquina, y aún no sabía si estaba del todo preparada para enfrentarla con éxito.

— ¡Buen día!, ¿se encuentra la directora Kwon?, soy Kim Nabi, la chica que vino ayer a hablar con la subdirectora con respecto a mis prácticas profesionales— sonreí sintiendo los nervios recorrerme tras obtener la atención de algunas docentes que se encontraban por la habitación.

— Claro, adelante, me dijo que en cuanto llegaras te hiciera pasar directamente— me hizo saber amablemente una de las secretarias.

— Gracias— reverencié brevemente y me encaminé hasta la puerta. Cuando estuve frente a ésta toqué, obteniendo un 'pase' como respuesta inmediata.— Buenos días, vengo por- — mi oración se cortó una vez que me percaté que no era la única que se encontraba en dicha oficina aparte de la directora.

— ¡Buenos días!, adelante, toma asiento— sonrió con alegría esta última, haciendo unas breves señas para que me sentase frente a ella.

Quizás era una broma.

— Disculpe—aclaré mi garganta, tratando de ignorar el hecho de que Choi permanecía sentado en la silla de al lado observándome con notoria sorpresa.— Soy Kim Nabi, egresada de aquí— sonreí con los nervios a flor de piel— Como decía, venía a platicar con usted en referente a recibir el permiso para ejercer mis prácticas en esta escuela.

|| WITCH || Choi ChanheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora