|| WITCH || Choi Chanhee

025

La sesión con los chicos había terminado hace apenas unos minutos atrás, sin embargo, soportar aquel tormentoso silencio de su parte se me estaba haciendo complicado.

Habían pasado dos días, dos días en los que de su boca no había salido nada referente a lo ocurrido esa noche. Sabía muy bien que quería preguntar varias cosas, lo conocía perfectamente, su mirada me lo transmitía con facilidad. No obstante, su comportamiento indicaba todo lo contrario una vez que se decidía a soltar palabra.

Después del hermoso beso que compartimos creí que sería hora de sincerarnos por completo la próxima vez que nos viéramos, pero, para mi sorpresa y decepción, no fue así.

Pensé que indagaría sobre la repentina existencia de Joochan en mi vida, pero tampoco fue así.

Era tonto seguir negándolo.

Choi Chanhee me gustaba.

Me gustaba tanto como para sentirme lo suficientemente frustrada por su fingido desinterés.

Estando ambos en el auto, listos para volver a nuestras casas, fue que tomé una decisión. Una precipitada, quizás, pero a final de cuentas, una decisión. Le contaría toda la verdad. Toda. Y eso incluía, evidentemente, confesar lo que en realidad era, una bruja.

— Pregunta— solté aquello justo antes de que prendiese el motor.

— ¿Mmh?

— Pregunta— repetí, aclarando un poco más mi tono.

— ¿Puedo prender la radio?— me observó finalmente.

— ¿Eso es todo?— devolví, mirándole expectante.

— Lo es.

— ¿En serio?— incliné mi cabeza ligeramente hacia mi costado derecho.

— No te obligaría a que me contases algo. Nabi, decidí no preguntar porque pensé que eso sería lo correcto. Y no porque no me importases, créeme que lo haces en demasía, simplemente esperaría a que me lo contases cuando quisieses hacerlo.— pronunció en un tono bajo y suave, dándose por vencido ante mi insistente mirada.

— Creí que no-

— ¿Que no me interesaba? ¿que no moría por saber qué era lo que te tenía tan abrumada?, demonios, sí, por supuesto que sí.— interrumpió de golpe, mirándome con afecto.— Pero en mi posición, no soy nadie para pedir explicaciones.

— Chanhee..— murmuré.

— Te quiero.— confesó sin dejarme continuar— Lo que más deseo es enmendar mis errores y hacerte feliz— prosiguió, dejándome perpleja por unos instantes— Eres una mujer maravillosa, no dudo que otros hombres puedan notarlo— ¿con 'otros hombres' se refería a Joochan?— es por ello que trabajaré duro y me adentraré en tu corazón cuando menos te lo esperes. Lo único que pido es una oportunidad.

— Chanhee...

— No tienes que responder a ello ahora— me dio una ligera sonrisa antes de volver a tomar el volante, dispuesto a echar a andar el auto.

— ¡Espera!— le tomé del brazo, impidiendo su acción— Necesito confesarte algo primero— pronuncié bajando el tono de mi voz, al mismo tiempo que retiraba mi mano para regresarla a mi regazo.

— De verdad, no tienes que-

— Quiero hacerlo— le interrumpí con tacto.— Escúchame, si después de lo que diré piensas diferente, lo entenderé.