Érase una vez, en un país muy lejano, Un monstruo sin nombre. El monstruo deseaba un nombre con todas sus fuerzas, así que decidió emprender un viaje para buscar su nombre. Pero el mundo es grande. Así que separó lo más burdo de sí y se dividió a si mismo en dos para recorrer el camino. Uno se fue al este, el otro al oeste.
La parte que se fue al este encontró una aldea. Allí encontró al herrero a la entrada. -"oh, señor herrero, por favor dame tu nombre"- -"No pienso darte mi nombre"- -"Si me da su nombre, te haré el más fuerte"- -"¿En serio? Está bien!"- Él monstruo entró en el herrero y lo convirtió en el hombre más fuerte de la aldea, el hombre más fuerte del reino, el hombre más fuerte del este...pero un día.
¡Que hambre! Ñam ñam
El monstruo que tenía mucha hambre desde hace mucho tiempo, se comió al herrero desde dentro y volvió a ser el monstruo sin nombre. Aunque también se introdujo en el zapatero, Hemann.
Ñam ñam
Volvió a ser el monstruo sin nombre, también se introdujo en el cazador Hesse, pero...
¡Que hambre, de nuevo! Ñam ñam
Una vez más volvió a ser el monstruo sin nombre.
El monstruo entró la castillo para buscar un buen nombre, en la habitación más alejada había un niño enfermo. -"si me das tu nombre, te haré el más fuerte"- -"si logras que me recupere y me hagas el rey más fuerte, te daré mi nombre"- El monstruo se introdujo en el niño.
El niño se recuperó totalmente y el rey estaba muy contento. «¡El príncipe se ha curado!»«¡El principe se ha curado!»
Al monstruo le gustó el nombre del niño. Al monstruo le gustó la vida en el castillo. Al monstruo le gustó el ̶n̶o̶m̶b̶r̶e̶ ̶d̶e̶l̶ niño. Por lo tanto...aunque se moría de hambre, se contenía.
¡Qué hambre! ¡Qué hambre! ¡Qué hambre!
Día a día tenía más hambre y resistía. Pero llegó a tener tanta hambre hasta que el punto de inflexión llegó. Él niño se comió a sus sirvientes, a su padre, a todos. Cuando no quedaba nadie más, él niño abandonó el castillo, caminó y caminó por semanas, hasta que una noche se encontró con el monstruo que había ido al Oeste.
-"ya tengo un nombre, es un nombre muy bonito"- El monstruo que fue al Oeste le dijo -"No necesitas un nombre, podemos ser felices sin uno...somos monstruos sin nombre al fin y al cabo"- El monstruo que había ido al Oeste se comió al niño. Al fin y al cabo, siempre fue un monstruo sin nombre.
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