Do you?

904 105 14
                                    

Los demonios somos egoístas. Este lazo no es otra cosa que una marca de propiedad. Te diría que lo siento por esta situación pero con mi joven amo acostado en mi regazo con su cabeza descansando sobre mi hombro aunque sea por mera sugestión, de esto no me arrepiento.

Casi olvidó la sensación de tocarlo tan íntimamente. El exquisito calor de su cuerpo se cuela por los guantes, me hace querer devorarlo, mis instintos endemoniadamente bajos suplican por el fugaz placer de extinguir este calidez entre mis manos. Nada más placentero de ver cómo sus ojos pierden el brillo y sentir como su cuerpo queda frío, pero al mismo tiempo me da un escalofrío desagradable solo pensarlo. Por otra parte mis instintos angelicalmente (alguna vez fuí uno) altos me exigen por procurarlo y protegerlo. Siempre estuve consiente de lo extremadamente frágil que es físicamente y también admirablemente de lo fuerte que es ese particular ser humano. Me fascina infinitamente. Y me daba la sensación de acunarlo en mis brazos y hacerlo consiente que ya no está solo. Aunque su compañía sea la del mismo demonio.

Sentí que colocaba una mano en mi pecho y se sentaba recto, dió un gran respiro y trato de caminar unos pasos. Inconcienteme un sonido amenazante salió desde loo profundo de mi garganta, lo suficientemente ruidoso como para que el niño se detuviera en seco y me mirara sorprendido.

-"¿Qué fue eso?"- «nunca lo había escuchado tan enojado jamás»
-"lo siento mucho, joven amo. No fue intencional es culpa de este 'lazo' parece que me ha vuelto inconscientemente más posesivo de lo usual"-
«'¿Más?'»
-"los demonios somos seres egoístas y posesivos, por eso que nuestra especie ata emocional y psíquicamente a lo que considera...suyo con este 'Lazo' que ahora nos une"-
-"entonces no fue suficiente con que mi cara tenga tu marca de propiedad sino ahora también anímicamente"- estaba muy enojado y frustrado -"está situación me está cansado"- suspiró, pero sabía que con solo quejarse no solucionaría nada -"tenemos que empezar con nuestra dependencia física, sé que los demás piensan que somos muy "unidos" pero, es raro que no pueda ni alejarme dos metros de tí y la necesidad...de sentarme en tu regazo que aún no entiendo"-
-"el contacto físico sirve como consuelo, por eso la necesidad de sentir el calor de tu parej-"-
-"cómo sea"- me interrumpió pero sabia que no quería escuchar eso último
-"dime qué otras cosas podrían disparar tus instintos aparte de la falta de contacto físico"- se cruzó de brazos y se alejo lo suficiente para que no sea doloroso para ambos.

Sostuve mi barbilla entre mis dedos -"mmm podría ser que otra persona lo tocará o si esto es más grave que simplemente se le acercará-" el joven amo asintió « eso podría ser un problema cuando venga Elizabeth, aunque en su última visita extrañamente no invadió mi espacio personal como de costumbre»   si supiera que eso debe a qué usted mismo le pidió la cancelación de su matrimonio, Lady Elizabeth es muy consiente de lo que siente, es decir, sentía por mí.

-"¿Qué es eso?"-
-"disculpe"-
-"esto no es mío-"se llevó la mano al pecho-"este sentimiento es tuyo, que rara sensación parece como si fueran míos pero al mismo tiempo ajenos."-
Se acercó un poco más a mi inconcienteme, levanto con un poco de vacilación su mano y tocó mi pecho, en el mismo lugar que el sostenía en el propio.
-"parece como si fuera"- se interrumpió y pestañeo, como si no creyera lo que pasaba enfrente de sus ojos -"...¿ arrepentimiento?"- me miró a los ojos su expresión era incrédula « ¿Cómo en el infierno él podría ser capaz de...?»
‹también es nuevo para mi›
-"¡ahg! Te dije que no hicieras eso"-
Sabía que no le molestaba del todo, si fuera así, simplemente me lo ordenaría, pero él sabía que en realidad podía sacarle provecho al hecho de poder comunicarnos sin necesidad de palabras ni estar cerca.

Otra vez podía sentir la rabia del menor, su rabia y su necedad, intentó (de nuevo) alejarse de mi, se deslizó con gracia fuera de mi regazo y otro de esos involuntarios gruñidos de advertencia retumbó en mi pecho pero no hize nada para detenerlo,...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Otra vez podía sentir la rabia del menor, su rabia y su necedad, intentó (de nuevo) alejarse de mi, se deslizó con gracia fuera de mi regazo y otro de esos involuntarios gruñidos de advertencia retumbó en mi pecho pero no hize nada para detenerlo, él obviamente no se dejó intimidar.
Una vez parado firme en sus dos pies y con su postura característica de un Phantomhive me sonrió triunfante.
Yo también sonreí pero por un motivo diferente.

Había tomado casi todo el día, entre recesos para la comida y el trabajo pendiente, pero al fin sus esfuerzos daban frutos, la perseverancia y la voluntad eran característicos de mi joven amo, no era lo que el quería, aún no podíamos estar en una habitación separados pero fue lo suficiente cómo para que ambos no estuviéramos retorciendonos por la necesidad de buscar desesperadamente los brazos del otro.

Después de unos minutos, decidió que era suficiente y se acercó más.
-"buen trabajo Joven amo"-
-"tu también has hecho de tu parte"- parecía más relajado que en la mañana
-"pero debes de trabajar más en esos gruñidos"- su mano en la cintura y la otro me apuntaba regañandome con una ademan infantil tan particularmente tierno en él pero que de algún modo se las arreglaba para ser autoritario. -" ningún humano es capaz de hacer ese tipo de sonidos"-.
-"me esforzaré más"-

Se dejó caer en la cama y miro al techo, en la habitació reino un agradable silencio. «¿Cuando fue la última vez que me sentí así cerca de Se-» se interrumpió y de repente abrazo sus piernas y las acercó a su pecho, me miro con el ceño fruncido -"estabas escuchando¿verdad?"-
-"Si, lo siento sé que no debería pero a veces la curiosidad me gana, usted también podría escuchar mis pensamientos si se concentrará"-
-"mmm... ¿No hay forma de no dejarte pasar? Necesito un poco de privacidad, mis pensamientos era el último lugar que quisiera a alguien husmear"-.

Me tome unos segundos para intentar recordar si había conocido o escuchado hablar de  algún demonio en mis circunstancias. Pero no sé me ocurría nada.
-"No le podría decir, pero he conocido algunos seres sobrenaturales que también pueden entrar en la mente de sus víctimas, seres inferiores a los Shinigami y obviamente a los demonios, los humanos las llamaban arpías, pero son más antiguas que eso, para evitar que te engañarán los humanos más inteligentes construían muros mentales, una especie de barrera para evitar que entren"-
-"oh..."- lo miré y ahí entre las sábanas y con la luz de las velas iluminando sus ojos casi parecía un niño pequeño, asombrado por un cuento antes de dormir -"en realidad existen todas esas criaturas?"-
Me miró -"en realidad cuando fuimos a Alemania casi me creo esa farsa de las brujas, vivir rodeado de shinigamis y demonios me hizo por el contrario escéptico."-

No sé si fue por voluntad o mero instinto que me acerque más, permitiendome estar a su lado, él también se acercó buscando más contacto, su cabeza descansó en mi hombro y sus piernas se acercaron a su centro buscando calor, inmediatamente lo arrope para que no pasará frío pero, podía sentilo temblar un poco. -" aún tiene frío?  ¿prendo la chimenea?"- el asintió, hize al ademán de pararme pero me sujeto más fuerte del brazo -"ninguno de los dos quiere alejarse, por esta vez te permito usar tus trucos de demonio"- diciendo la palabra truco como si fuera algo mundano.
Con un movimiento de mano ya estaba encendido el fuego.

Él se acurrucó más a mí. -"Siguiente contando sobre esas criaturas"-
-"Cómo le decía"- mi brazo rodeó su pequeña figura -"la mayoría que conocen los humanos no existen o fueron un invento para causar miedo o metieron su imaginación y leyendas preservando la escencia pero no a los seres como en verdad son"-
-"oh... Y es cierto el Bloody Bones?"- ‹¿Me acaba de preguntar sobre el coco?›
-"¡No! Quiero decir, ehmm... Mi papá siempre nos molestaba con él, hasta que mi mamá lo regañaba. F-fue solo curiosidad. Obviamente no existe es solo para engañar a los niños"- estaba rojo hasta las orejas, sabía que solo estaba tratando de justificar su arrebato de melancolía y niñez pero, algo en mi interior no quería que se detuviera.

Me alegro que se vuelva a sentir tan seguro conmigo que vuelva a ser capaz de bajar la guardia en mi presencia. Ahora con su cara sonrojada de la vergüenza y a solo escasos centímetros de mí. Me incline hasta que nuestra respiración se volvió una, y su naricita sonrojada rozaba la mía.

Sin tiempo para recapacitar lo besé.

Through the agesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora