Capítulo 2.6

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❄️

El mayordomo bajó a buscarme. No sabía cuánto tiempo había trascurrido. Sentí que habían pasado unos días, pero en realidad el príncipe Jared no se quedó tanto tiempo. Shreve se había quedado dormido sobre mi hombro, agotado por la extremada tensión, así que con el apoyo del mayordomo lo ayudé a levantarse del suelo.

Entretanto, Rick estaba sentado en la mesa del primer piso, esperándome.

Con la ayuda del mayordomo puse a Shreve en una silla frente a la chimenea y me senté frente a él, entonces, la criada, que trajo cerveza y galletas las colocó delante de nosotros.

—Como dijo, después de preguntar si había algún Omega que le gustará, miró alrededor de la mansión por un tiempo.

—¿Mostró algún signo de duda?

—No lo creo.

—De acuerdo...

Bebí un poco de cerveza. Lentamente, sentí que la tensión de mi cuerpo, que había estado tan rígida, se aflojaba. Nada había mejorado todavía, pero pude recuperar mi compostura con una sonrisa ante la idea de superar nuevamente la crisis.

—Bien hecho, Rick —dije, dejando el vaso de cerveza sobre la mesa.

Rick dejó de beber y sonrió suavemente.

—Ni lo mencione, mi Lord.

De hecho, fue una sonrisa tan elegante que fue lo suficientemente digna como para que el príncipe Jared se dejara engañar.

✤✤✤✤✤✤

Más tarde, escribí una carta para recomendar a Rick con el propietario del teatro en las tierras de Granium. Una cera roja se fundió en el sobre que contenía una carta de recomendación y se selló con el escudo de la familia. Rick, que había sido vendido a un teatro nómada a una edad temprana y había estado deambulando todo el tiempo, estaba muy feliz de haber sido contratado oficialmente por un teatro y poder actuar. También le escribí una carta a mi padre. Agregué que debía cuidar bien de la persona que le entregaba la carta, además de decir: "Todavía estoy bien, pero no sé cuánto tiempo podré soportarlo, así que espero que un sucesor se decida y me suceda lo antes posible".

Le asigné un soldado a Rick para que pudiera llegar a salvo al territorio de Granium. Cuando lo vi a caballo frente a la mansión, fue difícil para mí reprimir mi deseo de irme con él, así que, con todo el dolor de mi corazón, regresé a la mansión, debilitado. Apenas ha pasado la mitad del invierno y sé que nunca podré regresar a mis tierras hasta que encuentre a alguien que me remplace.

Así, que reanudé mi entrenamiento de sucesión, que había sido interrumpido después de la cacería de invierno. Eran entrenamientos que ahora no significaba nada para mí, pero si no hacía nada, los pensamientos e imaginaciones ansiosas que tenía seguirían llegando para molestarme. Como antes, volví a disparar flechas y practique la equitación y la esgrima. También reanude mis estudios sobre historia, filosofía y algunos cuantos estudios reales sobre Baelos. Pensando en los últimos días, parecía que me echaría a reír, había estado luchando por no quedarme atrás entre los sucesores Alfa. Si pudiera encontrarme conmigo mismo en el pasado, quería decirme que todo eso no tenía sentido.

Mientras tanto, hubo noticias de que el príncipe Rowen había entrado en su ciclo de RUT, y aunque estaba aliviado de que no hubiera reuniones sociales por el momento, me llegó una invitación para un almuerzo desde la mansión de Sir Stein. Podría haberme negado, sin embargo, decidí asistir. Sir Stein se sintió aliviado con mi respuesta ya que, mientras yo continuaba escondiéndome en la mansión, extrañaba a un amigo con quien hablar. Además, dado que Sir Stein seguía saliendo con sus sucesores y acumulando información constantemente, podría contactarlo para poder tener algunas noticias que no conocía.

Cacería invernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora