Capítulo 2.1

654 60 2
                                    

❄️

—El príncipe rastreador—

Tan pronto como me acosté en la cama, ansiosamente me quedé dormido. Aunque la mayor parte del tiempo, estuve nervioso ya que no pude pegar el ojo por estar esperando aquel brillante momento. Varias veces me desperté en medio de una caótica atmósfera, pero pronto volvía a dormirme. A primera vista, me pareció ver el rostro del doctor Rex que me estaba atendiendo, luego, sentí que Shreve aplicaba medicina en la herida de mi pierna.

Durante mis sueños fui convocado varias veces al bosque y a la cueva. El recuerdo estaba distorsionado y el interior de la cueva estaba oscuro, además, yo parecía más una prostituta de lo que realmente era. Con una túnica extravagante que dejaba al descubierto una de mis piernas, seduje al príncipe hacia la cueva. Dejando caer feromonas en un espacio estrecho, rodé frenéticamente con el príncipe sin dudarlo. Chupé su pene y sacudí mi cintura mientras lo metía en mi trasero. Un soplido lleno de placer zumbo en mis oídos. No sabía si era el sonido del príncipe o del mío. Después de despertar, todo mi cuerpo estaba empapado de un sudor frío, luego me volvía a dormir, y cuando me dormía, estaba de vuelta en la cueva.

Así pasé todo un día entero, durmiendo. Shreve dijo que tenía fiebre. Había sido demasiado bajar por el sendero del bosque con el viento frío de la madrugada. La herida en la pierna estaba cubierta con pedazos de tela de lino cortada. En la cama, desayuné avena, media barra de queso y moras. Después de la comida, fui a la habitación del Dr. Rex y escuché su opinión. Era un médico contratado oficialmente por nuestra familia por lo que no temía a que se extendieran algunos rumores.

—Es extraño ver una manifestación después de los 15 años, pero no es un caso muy inusual. Escuché que fue excluido de la edad promedio porque era un caso muy raro. Solo lo he visto en libros, pero es la primera vez que lo veo en persona, mi Lord —dijo Rex con una mirada perpleja.

Según sus palabras, yo era un caso raro y poco común. Esto se debía a que no era común que un Omega naciera dentro de una familia noble. En general, se creía que un Alfa nacía en un estatus noble y un Omega nacía de un estatus humilde. De hecho, la mayoría de los verdaderos aristócratas eran Alfas y Betas, lo cual no solo eran creencias infundadas. Corría el rumor de que era porque los nobles consideraban a sus hijos Omega como una vergüenza y los echaban a patadas o los criaban encarcelados en un castillo, pero eso por sí solo no podía ser explicado por los Alfas que estaban particularmente concentrados en grupos aristocráticos.

Entretanto, miré el grueso libro de medicina sobre la mesa del Dr. Rex. Era un libro titulado: "Acerca del cuerpo y la manifestación del Omega". Pude ver que el doctor buscó una vez más en el libro para encontrar un caso similar al mío. Por lo tanto, le pedí prestado el libro. Me senté a la mesa y leí las partes marcadas con pluma. Aunque muy breve, había una pequeña introducción que relataba el mismo caso que el mío en dos páginas.

"... Aunque es raro, no significa que las manifestaciones posteriores a los quince años no existan. El primer caso de este tipo se descubrió en el año 22 del calendario de Baelo, cuando un soldado que estaba sirviendo en la construcción del castillo de la familia Seppinel, emergió tardíamente como un Omega a la edad de 19 años, siendo violado por soldados Alfa que servían cerca... En el año 78 del calendario Baelo, en el vigésimo segundo día su nombramiento en la familia Grover, en una fiesta social celebrada en el palacio, un noble, surgió como Omega. En el año 152 del calendario Baelo, el hijo de un zapatero que vivía en la ciudad capital apareció como un Omega a la edad de 18 años".

Suspiré y cerré el libro. Como dijo Rex, había casos de manifestación tardía, aunque con décadas de diferencia. Aun así, debían existir algunas cosas que no estaban registradas en el libro. La historia de ese Omega mientras servía en el ejército fue tan horrible. Si tan solo se hubiera manifestado a mi edad, no habría sido reclutado. Lo mismo me pasó a mí. Si tan solo me hubiera manifestado a mi edad, entonces no habría venido a la capital después de recibir una sucesión formal, ni habría conocido al Príncipe Jared durante la cacería de invierno y con un ciclo de calor. Cuando divague tan lejos, inmediatamente me vinieron a la mente cosas en las que no quería pensar. De repente, mi cuerpo tembló y me abracé por los hombros.

Cacería invernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora