¿Estás bien?

165 33 20
                                    


Katsuki ya llevaba poco menos de una semana sin dirigirle la palabra a Kirishima, sus horarios de trabajo lo habían facilitado, incluso había tomado un par de horas extra, el simple hecho de ver su rostro lo enfurecía, ese fin de semana estaba en especial molesto pues dentro de sus misiones tuvo que soportar a un rubio eléctrico que inicio todo aquel drama, sabía que no era su culpa, por eso hizo equipo con él en aquella redada, algo fácil, apoyar a la policía en una redada de drogas pequeña, ambos hicieron un gran trabajo, en realidad todos los que estaban allí solo eran distribuidores, era probable que los llamarán después siguiendo aquel rastro.

—Baku-bro —solo parecía que quería iniciar una molesta conversación como cada vez que terminaban de trabajar, pero por los recientes días seguramente quiere hablar del pelirrojo.

—No me voy a disculpar con el idiota pelos de mierda —suelta sin más.

—No te iba a pedir que lo hicieras, espera, hace mucho que no le decías pelos de mierda, debes seguir muy enojado —dice tranquilamente. —Kiri me ha mandado mensajes toda la semana para que hable contigo a su nombre, pero no tengo ganas.

—¿Entonces que mierda quieres?

—Hablar con mi amigo, ahora que sabes que también tienes un confidente puedes ir a beber mientras te quejas de lo idiota que es tu novio.

—No iré —dice directamente Katsuki. —Hoy voy directo a casa, necesito dormir.

—¿Quizá la semana siguiente?

—¿No te rindes? —dice mientras se soba el cuello. —Tal vez, no te emociones, dije tal vez.

—Es más de lo que esperaba, así que me voy a emocionar —Kaminari alza sus brazos hacía el cielo, como agradeciéndole a algo divino por ese tal vez, pero repentinamente pone una mirada seria. —Sé que Kirishima la cago de manera épica, pero piensa como sería tu vida sin ese tarado —eso desconcertó bastante a Bakugo, pero tenía razón, habían estado juntos por tanto tiempo que ya no sabe como sería vivir sin él.

.

.

.

No quiere pensar en una vida sin la que este su idiota novio, pero tiene derecho a seguir enojado, quiere una disculpa al mismo tiempo quiere golpearle la cara.

—¡Bakugo-san! —le grita la chica que acaba de terminar de cobrar sus productos.

—No grites mocosa.

—Aunque le hubiese llamado no me contestaría, tomé —dice mientras le entrega una bolsa de papas fritas picantes extragrandes, ante la mirada de Bakugo la chica procede a explicar. —Ya le dije la naturaleza de mi kosei, puedo sentir las intenciones de las personas, a veces sus sentimientos son tan fuertes que me afectan y justo ahora usted está tan disperso que me estoy mareando, así que coma algo de comida chatarra para variar, eso suele ayudarme a mí.

—No necesito esto.

—¿En su trabajo utiliza su cuerpo? —dice la chica pensativa. —Aún así está bien si es solo una vez, vaya a casa y resuelva sus problemas de pareja.

—No tengo esos problemas maldita mocosa.

—Los que viven en esta área son casi todas parejas jóvenes, siento muchos de esos problemas, por eso los reconozco, pero casi ninguno me suele marear tanto como los suyos, usted es alguien que suele tener emociones e intenciones muy fuertes.

—Metete en tus asuntos enana.

—Son míos si me afecta tanto, ahora váyase que de verdad me afecta mucho.

No lo digasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora