Capítulo 16

1.6K 121 10
                                    

Se actualizó el 10/02/21 a las 20:44 Hora Paraguaya

Kushina miraba con tristeza como las memorias de Guren estaban siendo borradas, cumplió su misión con éxito, capturó a la chica que tenía chakra especial y asesinó a su hijo adoptivo, era hipócrita decir que se sentía mal, luego que asesinó al chico aunque Guren le suplicara que no lo haga, era muy hipócrita de su parte, porque ella era madre después de todo. Antes de ser madre asesinar a niños no era algo que le importe verdaderamente, creció en un momento donde la guerra estaba a la vuelta de la esquina, su intento de secuestro por parte de Kumo endureció más su carácter. Pero fue cuando tuvo a Naruto que ella comenzó a ver todo de otra forma, ella se ganó muchos enemigos que iban a desear hacerle daño de cualquier forma, y una de ella es quitarle a su hijo, desde ahí Kushina se volvió un poco paranoica, siempre estaba alerta, el miedo a que alguien logre pasar las defensa de su hogar, era constante, los sueños de que sus hijos eran asesinados siempre estaban latente, pero era hipócrita decir todo sabiendo lo que hizo. Pero no tenia de otra, era la princesa del clan Uzumaki y esposa del Yondaime Hokage, ella no podía dudar, siempre tenía que estar con carácter duro cuando se trataba de misiones.

Sus enemigos políticos iban a poder aprovechar cualquier indicio, para atacar, el dudar para ella no era una opción, sus antiguas compañeras dejaron de hacer misiones de asesinato, una vez que se convirtieron en madres dejaron de hacer esa clase de misiones, porque no deseaban mancharse la sangre de niños nuevamente, era difícil, pero le ayudaba que ellas no eran en si las líderes de sus clanes, eran la que ponían orden en su clanes y quizás dentro del clan tenían más poder que sus propios maridos, pero no eran la que representaban al clan en el consejo. Ese lugar aunque Minato estuviera al mando seguía siendo peligroso, los civiles aún tenían miedo de Minato, pero hacían sus estúpidas jugadas que podían perjudicar a los shinobis principalmente, incluso con la barrera que poseía Konoha, que ayudaba a detectar a traidores o posibles traidores, ellos seguían con sus planes de tener más poder. Y por eso ella tenía que aún tener esa mirada tranquila, como si no le importase en lo absoluto lo que le pasaba a Guren aunque en el fondo estaba destrozada por lo que hizo. Pocos eran lo que iban a darse cuenta del estado de Kushina actualmente, y una de ellas era su antigua maestra.

Pudiste dejarlo vivo – Tsunade estaba al tanto de la misión, el chico era un Pseudo-Jinchūriki, aunque Rin era oficialmente la Jinchuriki del Sanbi, el chico iba a poder ayudar si por algún motivo, Rin perdía el control del Sanbi cosa que nunca paso ya que el trato entre Jinchuriki y Biju era normal – y ahora te sientes mal.

Soy una hipócrita egoísta – Kushina murmuró únicamente para que Tsunade fuese la única que pudiera escuchar, ella no despegaba la vista de Guren que estaba en manos de Inoichi, él se encargaba del cambio de memoria, era triste saber que ibas a olvidarte de lo que amabas – Soy madre, sé lo que es el amor hacia tus hijos, se lo se siente estar desespera solo porque ellos se lastiman...y aunque me suplico, se lo arrebate.

No sé lo que se siente ser madre, pero las cuide a ustedes tres como mis hijas, la misma forma que Yuuna, aunque no sé si es igual al cariño que le iba a poder dar a mi propia hija – Tsunade no podía tener hijos, incluso siendo la mejor ninja médico que existía, no pudo curar su esterilidad, lo intentó de todo, experimento con ella misma para poder dar a luz, por lo menos una sola vez, solo necesitaba 1 oportunidad, pero nunca pudo conseguirla – Fuimos educadas para ser shinobis, kunoichis que no sienten piedad, ni emociones.

Aunque el manual shinobi, diga que nosotros no debemos tener emociones es difícil negar lo que nos hace humanos – Kushina contestó, no era la primera vez que escuchaba eso, los shinobis no tienen emociones, no era algo que raro escuchar eso, pero estaba lejos de la realidad, ellos tenían emociones, ellos sentían lo que hacían, sabían que estaba bien y que estaba mal, pero acaso tenían opción –Sentí satisfacción cuando me vengue de Kumo, me alegré cuando los clanes dejaron a Kiri y me siguieron, y no tengo palabras para explicar cuando supe que iba ser mama...y de la misma forma cuando asesinó a criatura, me imagino que son mis propios...

The EmperorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora