Final.

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-Christopher, ¿puedes sostenerte mejor, por favor?

-Es que me da cosita.

-Pero si no lo haces te puedo tirar.

Ante la advertencia de Erick, un nervioso Christopher apretó su agarre sobre el cuello de Erick.

-¿Por qué demonios tiene que ser de ésta manera?

-¿No estás felíz? -puchereó Erick.

-Claro, todo lo que viene de tí me hace muy felíz pero realmente estar así es muy incómodo -Christopher, que aquél día había cambiado de roles con Erick sólo para dejarle saber lo que se sentía estar arriba, al sentir la erección del menor en su trasero chilló con sorpresa-. ¡Erick, no, no, aún no estoy listo!

Erick rió ante la reacción de su esposo por nada, casi dejándolo caer y ambos un tanto agitados y notando que Erick no era bueno para romper paredes en modo activo, dejó a Christopher bajar de su regazo.

-¿Qué diablos? -se quejó- ¿No vamos a poder hacerlo?

-Claro -suspiró el ojimiel rodando los ojos y tiró de la mano de Erick hacia la cama-... Sólo hay que hacerlo de otra forma.

Tomando nuevamente la iniciativa, Christopher empujó al menor hacia la cama y subió a horcajadas sobre él.

Realmente pensaba Christopher que estar debajo de Erick le quitaría desde el primer momento su imagen de macho alfa, pero lo único bueno de todo aquello y por lo que valdría la pena hacerlo sería por haber complacido a su amorcito y quizá, aún si quedaba con dolor de trasero y Erick quería repetirlo, lo haría.

La simple idea de tener algo poco pequeño en su interior lo asustaba, porque realmente no recordaba demasiado como se sentía ni en que momento el dolor desaparecía.

Tomó con su mano el miembro del ojiverde y lentamente lo acercó a su cuerpo. Erick estaba tan excitado con aquella imagen del castaño que sólo intentaba no retorcerse demasiado y hundía sobre su cabeza los dedos en el colchón.

Rozar apenas levemente la entrada del castaño y temblar le parecía una reacción extravagante pero acertada ante tal situación tan nueva y hermosa.

Christopher cerró fuertemente los ojos cuando comenzó a bajar sobre la erección del menor, sintiendo como éste se deslizaba de manera desgarradora entre sus paredes internas.

-Oh fuck...

-Chris no... -rió Erick, bajo el placer de la estrechez de Christopher- no digas g-roserías.

Christopher quiso sonreír ante la advertencia de su amorcito, pero en su lugar lo único que pudo hacer fue gemir sonóramente sintiéndose tan abierto y ya con el pene del chico completamente dentro.

-Diablos, se... -quizá pudo decír que le dolía, pero su cuerpo pronto se hubo acostumbrado y él admitió que era bueno volver a sentirse así- ¡Se siente tan bien!

Y por instinto comenzó a moverse sobre Erick frenéticamente, gimiendo por lo alto y disfrutando de lo mucho que le gustaba que Erick fuera quien estaba ahí en aquél momento, disfrutando con él.

Aprendí a amarte || Chriserick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora