—Solo está en ti tomar esa decisión, Sakura.
« ¿Qué? ¿De qué decisión habla?»
Sasuke vuelve a recorrer a Sakura con sus ojos, con desdén y resignación esta vez, asomándose en sus mejillas un tenue rubor. Levanta la mano y da un toquecito en la puerta del clóset, la madera emite un suave sonido por el golpeteo de sus nudillos. Sakura le mira aún más perturbada y contrariada.
—Te compré ropa, está en el clóset. Cámbiate —indica él con parquedad—. Puedes usar el baño también, si quieres. Sal cuando estés lista.
Desvía la mirada y se da la vuelta dirigiéndose a la puerta. Cuando está a punto de abrirla y salir, se detiene y dice:
—Es mejor que no intentes nada, no vas a poder escapar.
Abre la puerta de la habitación y sale cuando termina aquellas palabras. Al salir cierra de inmediato la puerta tras de sí y se queda pegado en ella por un rato, una abstracción inunda su semblante, levanta la mano y con lentitud la dirige a sus labios los cuales poco a poco se curvan en una sutil sonrisa. Hace mucho que no sentía esto: el cosquilleo de aquellos nervios inocentes, del ímpetu y el deseo; que ahora más bien no tienen nada de inocentes. Pero con ella es tan distinto, es extraño que esta vez, fuera ella quien jugase con él. Es tan inverosímil que Sakura lo haya besado, y aún más, que luego lo haya despreciado. Cada beso, aunque falso, fue un nuevo respiro para él, fue sentir que... su corazón latía de nuevo. No con ese simple y efímero frenesí del placer que le hacía sentir cada mujer con la que alguna vez en estos años compartió lecho, no, no es ni un poco igual. Sakura le hizo sentir en aquellos cortos instantes que...
Una gota de sangre cae en el dorso de su mano. Sasuke se toca ahora el rostro y al observar sus dedos están llenos de sangre. Frunce el ceño sabiendo algo más: Sakura no es la misma, ahora lo odia con todas sus fuerzas, no dudó ni un solo segundo en asesinarlo.
«Que ella siquiera se sienta tentada a tomar esa decisión ya es tarea casi imposible»
Sasuke nunca se ha visto en esta situación, pero ahora que le toca, comprende por qué las personas piden perdón con tanto afán. En realidad, en el fondo de su corazón no se arrepiente del todo, siempre tomó sus sacrificios como un precio que tenía que pagar para llevar a cabo un objetivo mucho más grande. O eso se ha repetido todos estos años. Pero si ella está viva significa que la vida le ha dado un regalo, después de perderlo todo, de ganarlo todo... también la tiene a ella.
«A fin de cuentas, todo lo que me he propuesto lo he logrado»
Sí, Sakura definitivamente será una respuesta afirmativa.
—Sasuke-sama, ¿quiere que le cure eso? —pregunta una suave voz masculina desde la sala.
Es el doctor que atendió a Sakura. El aludido voltea a verlo recordando que le había pedido que permaneciera ahí por si Sakura se sentía mal al despertarse. Quizás le diga que vuelva a revisar a Sakura luego porque en un momento se desmayó; pero por ahora no lo cree conveniente.
—Sí —responde.
★
—Resistencia, sede central—
El día no ha declinado, no, no puede hacerlo, apenas empieza. Quizás unas cuantas horas y se hará de noche una vez más... aunque eso tampoco lo consuela. Odia la mañana porque significa el comienzo del día y odia la noche porque significa el final que le dará paso al siguiente. Todo es un proceso infinito. Ya nada le gusta, ya no hay sonrisas, ya no hay más palabras ni sueños que cumplir, sólo promesas incumplidas... una tras otra. Se pregunta si por esta razón es que la gente se suicida.
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Lo que nunca ocurrió.
Random"Siempre decías cosas del arrepentimiento, pero... ¿acaso arrepentirme me hará menos culpable? " ¿Como seria un mundo donde Sasuke se convierte en Hokage? En donde todo aquel plan que hizo en su furor, cuando comprendió la injusticia que habían hec...