CAPÍTULO 11
CATOPTROFOBIA
MAXINE
Me quedé de piedra por el hecho de que el espejo se estaba tornando opaco, como si desde adentro se estuviera ensuciando con una rara niebla.
No puede estar pasando.
No.
No.
No.
Sí. Sí está pasando.
Otra alucinación perturbadora. ¡Justo ahora! ¡Cuánto daría por no depender de unas pastillas!
—Pero ¿qué...? —exclamé al quedar completamente a oscuras, las luces se habían atenuado repentinamente y la luz era mínima, pues de una pequeña ventana cerca de una ventilación entraba poquísima cuando miré en su dirección— ¡Mierda! —corrí hacia la puerta, intentando abrirla en la oscuridad. Nada, no podía. Así hubiese quitado el seguro no se abría por más que tirara de la manija.
Lenguaje, niña.
—¡Cállate ya! —empujé iracunda la puerta, desesperada por salir.
El ambiente se había tornado frío.
Muy frío, como si me hubiesen metido de lleno en un refrigerador, pues ya no podía ver entre los reflejos de luz en la ventana que impactaban en algún punto contra la puerta el humo que formaba mi aliento.
Detente.
—¡No!
Detente.
— ¡No! ¡No quiero! —volví a empujar la puerta, sin importarme si me lastimaba el hombro.
Detente.
—¡Ya cállate de una maldita vez y déjame en paz si no vas a ayudarme, zopenco! —vociferé, mi voz resonó por el baño, como con filtro... Un raro eco.
ESTÁS LEYENDO
KLEIST - [Siniestros Pecados 1]
Mystery / Thriller¿Serías capaz de lidiar con las voces en tu cabeza antes de que todos los que te rodean desaparezcan para siempre? Maxine se ha mudado a Mittenwald buscando una vida más tranquila. Mittenwald es conocido como el pueblo de las leyendas y supersticion...