KLEIST - [Siniestros Pecados 1]

🥀━━━𝐄𝐈𝐍𝐔𝐍𝐃𝐙𝐖𝐀𝐍𝐆𝐙𝐈𝐆

CAPÍTULO 21

DÄMON

MAXINE

—Tenemos toda la tarde antes de que a mi tío le de un infarto por lo que hice, así que muévanse —informó Isabella mientras que se adentraba por la puerta trasera de la comisaría, la del estacionamiento, seguida por nosotros.

—¿Estás segura de que todos estarán afuera? —preguntó Dai, completamente desconfiado.

No creo.

Ten algo de fe.

No tengo fe ni en ti, cállate.

—Claro que sí, haber dado un testimonio falso de tal magnitud mantendrá a la policía ocupada mientras que nosotros hacemos lo nuestro —Izzy nos condujo por el lugar, las paredes pintadas de un gris sobrio llenan los corredores, sillas plásticas en ese suelo de rombos azules y blancos y puertas de color caramelo nos recibieron. Efectivamente, como veinte minutos después de que Isabella se encargara de hacer un escándalo todo estaba desigual, ni una sola persona aparte de nosotros rondaba por ahí.

Wanda se aferró a mi brazo y yo no la aparté. Estaba algo nerviosa desde el día en el que el equipo de baloncesto y nosotros habíamos chocado de tal forma. Aún me dolían los nudillos por los golpes que había repartido a diestra y siniestra.

No había actuado bien, pero en mi esa llama que luchaba por apagar, esa que por más mantas le pusiera encima para darle fin creció súbitamente. Reaccioné casi que inconscientemente y me sentí aliviada luego de semejante disociación. No había estado bien, pero era incapaz de sentirme con un remordimiento que me impulsara a pedir disculpas a los afectados.

Así que, como consecuencia, Heaven dijo que llamaría a Paul. Mi sentencia estaba firmada, pero un milagro del cielo se hizo presente: él no contestaba y mandaba a buzón. Cuando llegué a casa ese día suspiré de alivio porque él no contestara, no estaba preparada para una discusión con mi hermano mayor ni sus sermones respecto a mis problemas con la impulsividad.