KLEIST - [Siniestros Pecados 1]

🥀━━━𝐕𝐈𝐄𝐑𝐔𝐍𝐃𝐕𝐈𝐄𝐑𝐙𝐈𝐆

CAPÍTULO 44

VOCES DEL ABISMO

WANDA

—Déjame verla —Axel me entregó el papel. Era increíble como seguía impregnado de sangre.

Leí la carta ensangrentada y aún temblaban mis manos mientras Axel se alejaba de todos, su rostro encendido de furia y desesperación. Nunca lo había visto así, y una parte de mí se preguntaba si sería la primera vez de muchas en las que reaccionaría así.

En cuanto la terminé de leer, la dejé sobre una mesa. Si bien ahora la sangre estaba seca, me causaba repulsión y un extraño hormigueo, como si al seguirla tocando fuera a dañarme la piel.

Las sombras en la sala parecían moverse con vida propia, y el aire estaba cargado de una energía inquietante. Me senté en el sofá más pequeño y alejado, abrazando mis rodillas, intentando calmar el torbellino de emociones que me consumía.

Fue entonces cuando empezaron los susurros.

Al principio eran suaves, casi inaudibles, como el murmullo del viento entre las hojas. Pero pronto se hicieron más claros, más insistentes. Algo en mí había cambiado y no podía deducir hasta qué punto me afectaría y podría controlarlo.

Ellos susurraban con más fuerza. Eran las almas de los muertos, atrapadas entre este mundo y el siguiente, buscando comunicarse conmigo. Lo sabía porque Heavenly me había explicado que las banshees teníamos una protección sumamente poderosa contra demonios, contra sus ataques mentales que llevaban a tantos a la locura, aquellos susurros del miedo que me habían llevado a mí a la muerte. Era una bendición de los dioses que habían creado a mis antepasadas.

Wanda...

Wanda, escucha...

Cerré los ojos, intentando concentrarme en las voces. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando una de las almas habló con mayor claridad, su voz resonando en mi mente.

Azazel..., dijo la voz, arrastrando las palabras como un siseo.

Azazel es un demonio mayor, el ángel caído más viejo después de Lucifer. Fue el ángel que corrompió a los humanos, el que le enseñó a la humanidad cómo forjar armas, un conocimiento que solo tenían los ángeles. Esto fue visto como una gran transgresión que conllevó a la corrupción del mundo, la creación de guerras, y eventualmente su caída.