KLEIST - [Siniestros Pecados 1]

🥀━━━𝐍𝐄𝐔𝐍𝐃𝐔𝐍𝐃𝐙𝐖𝐀𝐍𝐙𝐈𝐆

CAPÍTULO 29

ENTRÉGAME TU FUERZA

MAXINE

Cuando me colgué la mochila en la espalda, no tardé en tomar la goma para el cabello que tenía enroscada en la muñeca y recoger mis cobrizos cabellos.

—¿Está bien si se me hace costumbre venir por ti después de las clases? —Dorian preguntó con simpleza, rascándose la nuca y no pude ocultar la sorpresa ante esa pregunta.

—¿Disculpa? —titubeé.

Eso, hazte la sorda.

El albino pronto negó con la cabeza, apenado. Avanzamos por la acera, aunque él casi tropieza con sus propios pies. Tuve que agarrarlo de la muñeca y tirar de esta para evitar que cayera de bruces al suelo.

Como resultado, su cuerpo chocó contra el mío como si fuera un dominó. No sé en qué momento él recuperó la compostura y me agarró de la cintura para evitar que cayera también.

Por amor a Dios, qué torpes son.

Su agarre era firme, cálido y aun así se sintió suave, más que todo electrizante por el tacto de sus dedos en mi espalda medianamente descubierta debido a las tiras de tela entrecruzadas en esa sección del body rosa que llevaba hoy.

—Lo siento —mascullé, apartándome de él y retomando la caminata hasta el estacionamiento donde Dorian había dejado su auto.

Él asintió y fue extraño ese corto camino. Ese silencio se prolongó aún más cuando nos montamos en el auto; el trayecto hasta el lugar donde él entrenaba era largo y agradecí que no fuéramos caminando o en bici, hoy no era un día en el cual me apeteciera caminar. Me dolían los pies por la práctica, la coreografía se estaba haciendo cada vez más intensa, ya teníamos fecha de estreno: la semana antes del treinta y uno de octubre. El tiempo corría rápido y con tantas cosas en la cabeza, para mí era un milagro que en las clases de la academia me fuera tan bien.