Capítulo 5

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Afuera se filtraba un poco de luz, esta reposaba sobre las pertenencias de Iván

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Afuera se filtraba un poco de luz, esta reposaba sobre las pertenencias de Iván. La energía regreso nuevamente, aun así, el silencio se apodero del lugar. Múltiples ataques se habían presentado la hidroelectrica debido al alto valor estratégico de su asentamiento, pero nunca antes les habían privado de su energía. Difícilmente sería una falla de la maquinaria, asique Iván se vió obligado a asomarse por la ventana de su despacho, para al menos tener una idea de que estaba pasando. Los arbustos se agitaban y no necesariamente a la par del viento. Siluetas se movían de entre los árboles, estos movimientos eran tan breves que era difícil estar seguro si realmente había alguien ahí o era su propia mente jugándole una mala broma. Antes de siquiera poder estar seguro, lo empujaron a un lado.

-No te acerques tanto a las ventanas. -Sugirió Erin.

Ella se unió de inmediato. Cuando estuvo segura que los dos pudieran revisar el área con seguridad, volvieron a echar un ojo al exterior. Nada paso por un instante, las siluetas dejaron de aparecer por un momento, y los arbustos volvieron a seguir el movimiento del viento. Los reflectores aún seguían funcionando y sin problema iluminaban al lago, pero no había ni un solo bote y el ferri estaba donde lo habían dejado. Después de todo solo fue una pequeña falla. Los guardias estaban atentos, con sus armas listas para deshacerse de cualquier amenaza, cuando de repente se apagó uno de los reflectores. Saltaron unas chipas y la garita quedo completamente a oscuras, los demás guardias estaban más alertas que nunca. Iban a revisar que había pasado, pero a mitad de camino, se fueron apagando los demás reflectores uno por uno, para entonces finalmente perder la energía por completo. Volvieron a la oscuridad.

-Malditos cazadores. -Bramó Iván.

Fue rápido en llegar a esa conclusión, pero ninguna de las dos chicas lo corrigieron. Con un poco de suerte lograrían salirse de esa situación y nadie sabría qué estaba pasando.

-Ustedes dos, síganme rápido. Debemos buscar a Piero. -Dijo dirigiéndose a las chicas.

Ocasionalmente se escuchaban tiros que resonaban entre los pasillos, y estos cesaban inmediatamente, para dar paso a gritos a lo lejos. De camino a la cafetería, Iván se encargó de fijarse en las habitaciones y ordenarle a los demás que no salieran de sus habitaciones hasta que fuese seguro. Las lámparas del pasillo parpadeaban sutilmente, pero aun así el grupo fue capaz de ver a Rufus y su distintiva calva reluciente al final del pasillo.

-Joder, Iván donde has estado. Piero está en la cafetería y.

De un momento para otro, el cuerpo de Rufus se desplomó luego de haber recibido un tiro. Una bala había entrado desde el exterior del edificio, esta atravesó la ventana y la cabeza de Rufus con facilidad, hasta impactar una de las lámparas del techo, haciendo que se desprendiera y que el bombillo se destruyera en miles de pedazos al caer al suelo. Perdió la vida en un instante y no había forma de salvarlo. En su cabeza tenía un gran agujero que lo atravesaba de lado a lado. Apenas tuvieron tiempo para reaccionar, y fue después que asesinaron al hombre que pudieron percatarse de que los estaban cazando en la oscuridad.

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