La noche ya casi terminaba. Ella se despertó poco a poco, naturalmente diríamos; nadie la despertó. La cama se sentía bastante cómoda, no quería levantarse, habían pasado años desde que había podido dormir con tanta tranquilidad, ¿era siquiera justo dormir así? Incluso después de haber matado tanta gente y haber abandonado a tu amiga. ¿Por qué estaba pensando eso? No lo sé, pero huele bastante bien, ¿o huele mal? Es raro porque por un momento huele a frutas y por otro huele a humedad y polvo. Es un olor bastante extraño para ser sinceros, pero valía la pena poder olerlo, de hecho, le gusta estar cerca de esas frutas. ¿Hay algo que tenía que hacer? Pues, nadie la había despertado hasta ahora, asique probablemente no tenía nadie pendiente por hacer. Espera, ¿es justo que se quede oliendo las frutas mientras la llorona necesita de su ayuda? Bueno, la verdad es que ella ya sobrevivió impactos de balas y explosiones. Eso es verdad, pero no puede enfrentar a su padre solo, debes ayudarla. Joder porque siquiera lo está dudando, si nadie la ha despertado es porque debes tomar la decisión tú misma. El tiempo se te está yendo, mientras estás con miedo. ERIN, es hora.
-Pensé que nunca despertarías. No puedo decir que me preocupe, pero si puedo decir que eres toda una niña, ya sabes, solo para mantener la balanza. -balbuceó Hannah. -¿Sabes que hablas dormida? Da un poco de miedo.
Casi se duerme de nuevo, pero recordó que había sobrevivido gracias a Kotomi. Erin estaba recostada en una cama del escondite de los rebeldes, y estaba cubierta de vendas, al igual que Hannah, quien la acompañaba en ese momento.
-Joder, Hannah, cuanto tiempo ha pasado desde el ataque.
-Más o menos unas doce horas. En este momento los rebeldes deben de estar atacando el escondite de esa gente. No sé tú, pero yo estoy abatida, preguntaría porque no me invitaron, pero ni siquiera me animaría hacer esa clase de broma después de la sacada de mierda que nos dieron a ti y a mí.
Erin se sentía un poco mareada, pero sentía que podía levantarse.
-¡Mierda, Erin! Deberías estar reposando, como eres capaz de siquiera moverte.
-¿Kotomi está con ellos?
-Creo que sí. -afirmo Hannah, no estarás pensando en ir allá, ¿verdad?
-No puedo quedarme aquí esperando a que mueran. Solo déjame recordar donde estaban.
-Están en la zona industrial.
-joder, tienes razón. Solo necesito unos segundos para despertarme bien.
-Erin, no te preocupes. Iré contigo. Es lo menos que puedo hacer por haberlas metido en ese desastre.
-Yo también podría decir lo mismo. Ahora deja de hablar y alista tus cosas.
Parecía estar más despierta que antes, asique se fue buscar sus cosas. Después de tanto tiempo de haber convivido con Kotomi aprendió un par de trucos, pues pensó que sería de ayuda dar un vistazo al plan que habían hecho antes de ir a la zona industrial, el mapa de la ciudad y el bosquejo de la fábrica serian de bastante ayuda.
-Ya tengo mis cosas. Por cierto, antes de irnos podemos pasar por la armería para buscar algo más potente, esas armas tuyas de verdad que me dan bastante lastima. -indicó Hannah.
-Dame un descanso.
-Ya te había dicho que hablas dormida, ¿verdad?
-Acabo de decir que me des un descanso.
-Por nada. Solo me parece lindo que pienses que huelo a frutas.
-Apresúrate, ¿quieres?
Tal como lo había dicho Hannah, había un par de automáticas en el depósito, asique aprovecharon para abastecerse de munición y poner un par de placas ligeras. Cuando salieron del edificio se dieron cuenta del frio que hacía a pesar de ser verano. La verdad era necesario para relajarse después de un día tan pesado y caluroso. Fuero lo más cuidadosas posible para evitar que alguien las viera meterse en el almacén. Parecía que Ali estaba justo donde la había dejado, la pobre parecía que también estaba sufriendo por el frio. Erin se montó a su caballo y Hannah al suyo, estaban listas para partir cuando el teléfono de Hannah comenzó a sonar.
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Kotomi
AdventureHan pasado años desde que la humanidad se llevó a si misma a su autodestrucción, y ahora los pocos supervivientes de este quebrantado mundo se ven obligados a hacer lo que sea por sobrevivir un día más; muchos viajan solos, otros viajan en facciones...