Las chicas tenían pensado ir a por lo menos una docena de lugares prometedores que había encontrado en un viejo y polvoriento libro olvidado en una tienda de conveniencia, en este había cientos de lugares turísticos y lugares prácticos que solían usar los hombres y mujeres del viejo mundo; al final fueron a poco más de la mitad de los que habían anotado, después de las peleas y la tensión decidieron ceder levemente, pero ambas seguían dudando entre ellas. Las cosas parecían aliviarse cada vez que Erin salvaba el culo de Kotomi cuando las superaban en número los carroñeros de la zona, o cuando Kotomi descifraba el camino optimo a seguir, aun así, era tan habitual desde que comenzó su viaje que a ese punto no bastaría para solucionar las cosas.
Luego de casi un año desde que empezaron su viaje juntas, Erin y Kotomi finalmente estaban a punto de llegar a su destino. Se encontraban en medio del desierto y no había nada a distancia, nada más que arena, tierra no fértil, y casuchas consumidas por la arena. el día se iba nublando lentamente, pintándolo en un tono gris, pero el cielo ya había cambiado decenas de veces ese mismo día. El viento soplaba fuertemente esa tarde, asique era necesario usar prendas para cubrirse los ojos.
A unos cuantos metros la vieron, Hannah esperaba pacientemente, sobre su caballo, a las chicas junto a una casa que estaba en su mayoría cubierta de arena. parece que su mirada estaba fija en ellas dos desde hacía varios metros y cuando estuvieron más cerca pudieron apreciar que la mayor parte de su cara estaba cubierta de prendas delgadas.
-Finalmente. -exclamó Hannah. -¿Pueden verlo? Ahí es donde debemos ir, la ciudad está justo en la costa. Yuri y los demás los están esperando, no ha estado muy feliz desde que supo lo que paso con Herbert. Espero que entiendan lo mucho que nos las estamos jugando por ustedes, fue Iván el que convenció a Yuri que las dejara unirse. Deberían agradecerle cuando lo vean.
-¿Vamos a pasar por la garrita? -preguntó Kotomi.
-Puedes hacerlo, si quieres que te metan una bala en la cabeza. Hay una razón por lo cual este lugar está en medio de la nada, ¿sabes? -respondió Hannah removiendo las prendas que cubrían su rostro, revelando su rostro de incredulidad.
-¿Por qué Iván no vino contigo? -cuestionó Erin preocupada.
-Él está con los demás. Estoy segura de que él te explicara. Por ahora debemos ser rápidos, tenemos una entrada a la ciudad, pero no se tardarán en encontrarla. Asique les pregunto, ¿están completamente seguras de que vale la pena tomar el riesgo por eso que buscan? Es posible que no vuelvan a salir de la ciudad.
-No tenemos opción. -se apresuró a confirmar Kotomi.
-Espera. -dijo Erin mientras tomaba el brazo de Hannah. -Te agradezco esto. -dijo en voz baja.
-Esto es raro, tenía la impresión de que eras muy seria. -se burló con una sonrisa. -Muévanse joder, que no tenemos toda la tarde.
Erin se sintió indefensa, asique escondió sus emociones tras una cara seria, como era de costumbre. Las tres echaron a andar con los caballos, Hannah las guio a pocos metros donde había más casas devoradas por la árida tierra. De una de las casas salió un hombre parte de la resistencia. El agitaba su mano para llamar la atención de Hannah.
-Apresúrate, Hannah. Este viento me está matando. -se quejó el extraño.
-No seas un marica ¿quieres? -replicó. -Vamos niñas por acá.
En el suelo había un hueco enorme por el cual los caballos podían pasar sin problema alguno, por supuesto debían desmontarlos. El túnel era bastante rudimentario, puesto que lo único que prevenía que el lugar se viniese abajo eran las débiles vigas, y aunque había unas cuentas de metal, era aterrador la gran cantidad de vigas de madera podrida que había. Ocasionalmente se podía ver como la tierra se desprendía de la parte superior y la cantidad de roedores que habían decidido asentarse no ayudaba mucho, asique lo mejor era no tocar nada.
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Kotomi
AdventureHan pasado años desde que la humanidad se llevó a si misma a su autodestrucción, y ahora los pocos supervivientes de este quebrantado mundo se ven obligados a hacer lo que sea por sobrevivir un día más; muchos viajan solos, otros viajan en facciones...