-Me declaro culpable-
Y con esas tres palabras, mi alma se rompió en mil pedazos.
-¡¿Qué?! ¡No puedes hacer esto Tom!- grito y todas las personas en el lugar se dan vuelta para mirarme, me ven como la estúpida chica que quiere salvar a un criminal.
Pero el es mi amigo, aquel que estuvo para mí en los peores momentos.
-Señorita, tiene que sentarse- me pide un oficial, ni siquiera me había dado cuenta de que me había movido del asiento.
-El...él no puede hacer esto- susurro y me llevan devuelta a mi lugar.
-Continuemos- dice el Juez -¿Algo más que tenga que decir?- pregunta dirigiéndose a Tom. Este ultimo me mira y con los ojos llenos de lágrimas, al igual que los míos, se dispone a hablar.
-Ni Scarlett, Brandon o Chelsea tiene algo que ver con los crímenes que yo cometí, ellos solo participaban en las carreras, asumo la culpa de todo pero tienen que dejarlos en paz- dice firmemente.
-No tenemos pruebas que vinculen a los tres con los crímenes, pero sí de que corrían carreras ilegales y eso está penado por la ley- dice con tono mordaz, como si Tommy fuese un insecto indigno de pedir algo.
El abogado defensor de Thomas hace acto de presencia y suelto un suspiro de esperanza, quizás el consiga arreglar el lío en el que se metió mi amigo ¿verdad?
-Permiso para hablar- dice educadamente, el Juez le da un asentimiento-No solo soy el abogado defensor de Thomas, sino también de los demás acusados. Como conocedor de la ley, se que correr carreras nocturnas es un delito que puede sancionarse con multas y secuestro de los automóviles, no solo con la años de prisión. Así que pedimos que la condena sea la primera opción, estamos hablando de delitos menores. En cambio, Thomas llevó a cabo crímenes mayores, por lo cual no hay alternativa-
¡No puede estar hablando enserio! Está arruinando a Tom.
-Creo que yo no pedí que usted me diga cómo debo condenar a los acusados- le dijo el Juez –Yo decidiré que voy a hacer con ellos ¿usted no debería estar demostrando que los tres no tienen nada que ver con los crímenes de Thomas? Porque todos sabemos que este último no puede ser salvado-
Este es, sin dudas, el juicio más poco profesional de la historia ¿Acaso es posible que el Juez esté gozando que Tom sea puesto al descubierto? Parece que sí.
El abogaducho le entrega una carpeta amarilla llena de papeles, no sé de qué se trata y puede que tampoco quiera saberlo. Las lágrimas no paran de bajar por mis mejillas, estoy tan enojada conmigo misma, con Thomas y con el mundo que no puedo dejar de maldecir en voz baja.
-Bien, creo que es momento de tomar una decisión- vuelve a hablar el Juez después de haberse encontrado leyendo esa maldita carpeta por unos minutos.
-Espere un segundo- pide el abogado –Necesito que me garantice que el FBI no molestará nunca más a ninguno, la manera en que se llevó a cabo esta investigación fue muy poco profesional y me atrevería a decir, poco humana. Nadie se puede meter en la intimidad de una persona si no se tiene en claro que es culpable y claramente nadie puede decir que Scarlett lo es- afirma el tipo.
Por primera vez el Juez me mira y puedo ver que me comprende, pero yo no quiero su puta lástima ni la de nadie, por lo cual corro la mirada enseguida.
-Hablaremos de eso después de que tomemos una decisión, ahora les pedimos que salgan y nos den unos minutos-
Todos se retiran del lugar pero a nosotros nos conducen por un pasillo hasta llegar a una pequeña sala, donde hay una máquina expendedora de café. Me acerco a esta y selecciono la opción “cappuccino”. Necesito calmar mis nervios y que mejor que la cafeína para eso.
