-Vamos a casa y hablemos ¿sí?- me propone después de varios minutos de silencio.
-¿Vas a decirme que es lo que está pasando?- le pregunto aún con la cabeza apoyada en su pecho.
-Si- responde y eso es todo lo que necesito oír para volver a mi asiento.
-Está bien, vayamos- declaro firme.
*
-¿Y?- le pregunto ansiosa, estamos ya en su casa, sentados en el sofá negro del living y él aún no emite palabra alguna.
-Necesito que me escuches y tomes todo con calma, no quiero que enloquezcas- dice y puedo notar que está nervioso.
-Está bien- murmuro insegura.
-¿Lo prometes?-
-Sí, lo prometo- respondo con voz cansina, no creo tener las energías necesarias para poder enloquecer.
-¿Te acordás esa vez que me llevaste al almacén de Tom?- pregunta.
-Por supuesto que me acuerdo, me arrepiento todos los días por haber hecho eso- le respondo seca ¿Acaso de eso vamos a hablar?
-Bien, no deberías arrepentirte. Hubo un momento durante toda la reunión en el que Tom y yo nos fuimos, Scar yo le conté todo. Todos los planes del FBI, mis investigaciones, absolutamente todo. Entre los dos ideamos un plan, ambos teníamos el mismo objetivo, mantenerte a salvo-
-¡¿Qué?!- interrumpí, pero él me lanzó una mirada de advertencia y comenzó nuevamente a hablar.
-Yo no podía simplemente decirle al FBI "Hey chicos ¡Renuncio!" sería demasiado obvio. Yo había comenzado todo esto con el objetivo de ir tras Tom, no detrás de vos, sigo sin comprender por qué mi jodido jefe se encaprichó con la idea de hacerte pagar ¡Solo corrías carreras! No es como si hubieses matado a alguien. Thomas simplemente me dijo que siguiera como si nada, que él se encargaría de todo ¡Pero apareciste ahí en medio de todo el quilombo!- se levanta del sofá, camina por todo el lugar y luce como la mierda ¿Dónde quedó el Jamie frío como una roca?
-¿Yo? ¿Dónde hay quilombo? Imposible- bromeo en un intento de calmar sus nervios, pero mi torpe chiste solo empeora las cosas.
-¡Yo debí de haberlo supuesto! Sos una mujer impulsiva, era obvio que ibas a ir a intentar romperme un par de huesos. Pero no me di cuenta porque estaba demasiado ocupado en salvar tu trasero y el de tus amigos ¡Entonces arruinaste todo! ¡¿Cómo mierda se te ocurre hablar así de una de las organizaciones más importantes de todo el maldito Estados Unidos?! Yo no tuve otra opción...-
-Que darme una buena piña- lo corto con recelo ¿Ahora tengo la culpa de eso también?
-¡La culpa de eso fue tuya!- responde a mi pregunta no formulada –Iban a llenarte de agujeros si no te callaba ¡¿Qué preferís? ¿Ser un colador o recibir una mísera piña? ¡Todo lo que hice fue por tu maldito bien!- grita y las venas de su frente están tan hinchadas que parece que van a explotar.
-¿Por qué me decís esto ahora? ¿Por qué no antes? ¡No confiaron en mí!- chillo nerviosa.
-¡No lo sé! Yo simplemente hice lo que Tom me pidió. Yo sabía que iba a declararse culpable y supongo que por eso no te dijo nada al respecto, jamás lo hubieras dejado hacerlo-
-¡Por supuesto que no! ¿Cómo podría permitir que mi amigo pierda su libertad por mí?-
-Lo de él es momentáneo, de hecho no falta mucho para que salga. Me estoy encargando de que quede libre, no de manera legal, pero es todo lo que puedo hacer-