Capítulo 15:

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-¡Llegué!- grité al entrar al departamento. Al instante escuché unos pasos apresurados y mi amada Chels apareció frente a mí.

-¡Quiero saber todo ya!- chilla emocionada mientras aplaude, corre hasta sentarse en el sillón y me mira palmeando el lugar a su lado, indicándome que me siente junto a ella.

-¿Demasiada azúcar?- pregunté, es más que obvio que la energía que tiene no cabe en su cuerpo.

-Puede ser…¡Ahora habla, muchacha!- me chilla nuevamente.

-Está bien…- le relaté resumidamente y sin detalles, por supuesto, lo que había sido de mi tiempo junto al rubio.

-Wow…- exclamó, la miré con los ojos abiertos. Esperaba una respuesta más, no lo sé…¿chillona?

-NO LO PUEDO CREER ¡VAS A TENER NOVIO!- gritó, bien había pensado muy pronto.

-Cállate Chels, no va a ser mi novio- murmuré no tan convencida. Mierda, ni yo me estaba entendiendo.

-¡Oh vamos! Sé que estás confundida, pero no me niegues que te gusta- declaró firme.

Mierda.

Mi amiga puede ser algo despistada, pero cuando tiene razón la tiene.

-Lo admito, me gusta ¿feliz?- no terminé de decir esa frase, que ya la tenía encima de mí abrazándome cual mamá oso.

-Me gusta que estés buscando más que algo de una noche, nunca te vi así- me dice ya más calmada y mirándome orgullosa.

-Creo que Mike me quitó eso- murmuro débilmente. Ella solo me vuelve a abrazar y sé que las palabras sobran en este momento, Chels me entiende perfectamente.

*

Desde esa noche, con el rubio, no nos dejamos de ver ni por un día. Jamie se está abriendo un poco más a mí, no estoy diciendo que me hable de su pasado, pero conseguí que me contara  más cosas de su presente. Descubrí que no le gusta que me meta en su trabajo, que si le gusta cuando le doy besos en el cuello, entre otras cosas. No son detalles muy importantes pero…algo es algo ¿no?

Me encantaría poder decir que cada día es un horror, que el tener que verlo me causa repulsión, pero eso no sería más que una enorme mentira. Él definitivamente me gusta y cada vez que lo veo se me hace más difícil no gritárselo en la cara.

¿Por qué no se lo digo? Miedo.

Sí, señoras y señores, la fuerte y valiente Scarlett tiene miedo de decir lo que siente. Pero pónganse en mi lugar, es difícil decirle algo así a alguien que todo el tiempo oculta cosas. Él, desde aquella vez en las carreras, nunca volvió a hablar de sentimientos, por lo cual creo que yo tampoco debería hacerlo.

Ya hace más de una semana que nos vemos y tenemos “sexo”, aunque de mi parte haya sentimientos, no estoy segura si de él los hay.

-Scar-  alguien pronuncia mi nombre, pero se escucha muy lejano.

-¡Scarlett!- me grita Paul, el hijo de mi jefe.

-¡Lo siento!- me disculpo cuando me doy cuenta de que estaba dormitando en mi trabajo.

-Solo te voy a decir una cosa- me dice serio, mierda el no me va a despedir ¿o sí? –Aflojale al sexo y dormí un poco- comienza a reírse como una foca pariendo y todos los demás empleados del lugar también lo hacen. Mi rostro se encuentra color rojo carmesí y no puedo hacer más que reírme.

Si no puedes contra ellos, úneteles.

-Bien, bien dejen de hablar de mi vida sexual- los apunté con el dedo –Y comiencen a trabajar-

-CANCELADA-Destiny (Jamie Campbell Bower)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora