VI

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𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 6: 𝑬𝒍𝒆𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒅í𝒇𝒊𝒄𝒊𝒍𝒆𝒔

— ¿Una expedición tan pronto? —la rubia azoto sus manos en el escritorio de Shadis con fuerza— quieres mandarlos al matadero

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— ¿Una expedición tan pronto? —la rubia azoto sus manos en el escritorio de Shadis con fuerza— quieres mandarlos al matadero.

— El enemigo está ahí a fuera —el comandante de la legión señaló la ventana— y también duerme a lado de nosotros, debemos movilizarnos no podemos suspender todas nuestras actividades solo porque tienes miedo.

— No quiero que nadie más muera, su sacrificio nos ayuda a regresar pero sí en mi espalda puedo cargarlos para que sobrevivan, lo haré —llevo su puño al corazón— gracias a eso a vivido más tiempo, comandante.

Erwin se colocó en medio de ellos por aquellas palabras dichas.

El mayor...

_____ quitó su puño a tal mención y se acercó amenazante al comandante.

— ¡No te atrevas a mencionarlo! No eres ni la mitad de comandante de lo que fue él. 

— ¡Ya basta!

Erwin Smith interrumpió antes de que el comandante de la Legión respondiera, Evergarden simplemente dio un paso hacia atrás y quitó su postura.

— Sabemos que estás entrenando a estas personas a pesar de ser potencialmente mis asesinos pero lo estás manejando muy bien, mejor que todos los presentes —el rubio habló con tranquilidad aunque el ambiente estaba demasiado tenso— pero oportunidades como tener objetos de prueba son esenciales y tú lo sabes más que nadie.

Esta vez logró hacerla enojar.

— ¡Moblit! —gritó la líder de escuadrón, la puerta nuevamente se abrió— Despierta a Mike, los veo en la muralla con su equipo tridimensional y las medidas de seguridad que les mostré en su momento, por favor. Smith vendrás conmigo y Shadis estarás a cargo de ayudarnos cuando volvamos con los sujetos de prueba. ¿Alguna duda?

Nadie respondió.

— Tenemos 4 horas para realizarlo, en marcha.

Los mencionados caminaron hacia la salida detrás de la rubia no muy seguros de sus órdenes. Sus pisadas eran lo único que se escuchaba por todo el castillo haciendo un terrible eco, y sin embargo, tres personas a lo alto de este vieron aquel pequeño grupo.

— ¿Se habrán dado cuenta? —preguntó Farlan al ver tal movimiento de las personas más importantes de toda la legión— Será momento de...

— Ya estaríamos muertos sí ellos lo quisieran, lo que está sucediendo es algo más —Levi opinó concentrándose en ese cabello aterciopelado— ¿Creen que debemos ayudarlos?

— Nos volverán a castigar por estar fuera de la cama, y entre más de ellos mueran, podremos salir del subterráneo... no quiero volver —Isabel disfruto de la brisa pero sintió un poco de asco al decir esas palabras.

La líder no merece eso, ha sido buena con nosotros en todo momento.

— Seguramente porque se lo ordenaron —Magnolia rodeó los ojos con fastidio— yo no confiaría mi espalda a una desconocida, es buena persona o solamente es tonta.

Levi recordó aquella sonrisa, aquella delgada espalda lastimada por ayudarle y él cómo extendía aquella tela apreciada por él. No era así.

— Ella no es así —defendió logrando llamar su atención— no es así.

Erwin miraba aquel vacío de la marrulla, Moblit miraba hacia el suelo apenado y Mike se encontraba bostezando sin entender mucho.

— Si realmente a Shadis—colocó su dedo índice en su pecho con fuerza— y tú les interesaran los sujetos de prueba entenderían que los titanes no tienen actividad en la noche, pueden emocionar a Hanji con simples órdenes pero a mí no, ustedes solamente quieren que arriesgue a esos chicos —señaló al vacío— busca a tu titán y te ayudaré, no quiero ser parte de una masacre cuando ellos salgan de las murallas.

— Eres muy asusta —sonrió— dentro de dos días será la expedición, es mejor que los entrenes muy bien en estas 30 horas porque ni Shadis ni yo cambiaremos de opinión —Erwin tomo con delicadeza su mano y la quito de su pecho— cuando los documentos sean enviados, todo esto terminará... lo prometo.

Evegarden tensó la mandíbula, desvió la mirada y asintió a lo dicho por Smith.

— Moblit, ve a descansar. Tomate todo el día de mañana libre —asintió a duras penas el castaño por tal comportamiento de la capitana— Mike, vendrás conmigo, y Erwin —le miro por el rabillo del ojo— Cuídate.

Las alas de libertad se movieron al mismo tiempo que ella giraba y se dejaba caer, el rubio la siguió por detrás, cuando nuevamente aterrizaron en el suelo, vio como se dirigió con prisa al complejo con preocupación.

— ¿A dónde vamos? —preguntó en un bostezo para aliviar el tema— no quiero preguntar mucho que fue lo de hace un momento.

Evergarden miró con sorpresa cuando al dar la vuelta al pasillo de los dormitorios vio como Levi y compañía caminaban tranquilos hacia él, arrugó un poco la frente con tristeza.

— Venimos por ellos —murmuró— seremos rudos en su entrenamiento, tengo el tiempo contado para entrenarlos, hagamos que regresen a casa el día de mañana —le sonrió y el rubio noto que era de pura tristeza su comentario, asintió levemente sin más que decir. Ella nuevamente quito aquel rostro devastado para poder mirar hacia el trío— Parece que a mis reclutas les gusta el paseo nocturno —fuerte y claro provocando que dos espaldas se erizaran mientras que la curiosidad de uno creció— al campo de entrenamiento con equipos tridimensionales, ¡Ahora!

El chico sin apellido notó el cambio en su voz y su postura, defensiva.

— Capitana... —Magnolia decidió hablar apuntó de pedir perdón, sin embargo el ceño fruncido de la rubia le indicó que callara. Los tres comenzaron a caminar pero por el rabillo del ojo notó como aquel hombre de gran porte le tomaba el hombro con compresión, y ella se relajaba en el proceso.

— Que idiota es ese líder de escuadrón —bufó Levi con asco y emprendió su camino a la armería.

リヴァイユ |  𝑅𝒾𝓋𝒶𝒾𝓁𝓁𝑒, 𝐿𝑒𝓋𝒾 𝒜𝒸𝓀𝑒𝓇𝓂𝒶𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora