Capítulo IV - ¿Alas?

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Había terminado ya el recorrido, el ángel debía admitir que era realmente extenso el lugar, del cual Bakugō al parecer era el dueño. El rubio que lo acompañaba parloteaba sin parar, lo escuchaba por lapsos, para luego por momentos recordar lo que había sentido con anterioridad, ya que una sensación de intranquilidad se había quedado con él, esa presencia que había visto no era normal, un gran poder emanaba de ella y la única vez que recordaba haber sentido tal intensidad fue cuando aquel demonio lo había herido con el arma maldita. No pudo verle el rostro por lo que no podía confirmar si en realidad era el que lo había atacado, pero la posibilidad existía y eso no era bueno.

Llegado a un punto por fin Denki se había detenido para girarse y preguntarle que le había parecido la empresa, él simplemente se limito a decir que era muy amplia y parecía muy bien organizada, algo en lo que concordó el rubio, Bakugō era muy metódico y siempre mantenía todo en orden, no por nada su empresa se impulsó en el marcado en tan poco tiempo.

Era medio día aproximadamente, entonces el rubio le sugirió si tenía hambre, iba a decirle que no, pero tenía que guardar las apariencias por lo que fue una afirmativa lo que salió de sus labios. El animado humano lo condujo de vuelta al comedor que había visto antes. Lo sentó y le preguntó rápidamente que quería de comer, Todoroki no sabía que responder, por lo que le dijo que él escogiera el platillo, entusiasmado el rubio asintió y salió corriendo en dirección a la caja donde tomaban las órdenes.

Solo fue un momento en que se mantuvo solo, cuando percibió que alguien más se sentaba frente a él, al levantar la vista pudo ver a un hombre de pelo oscuro al igual que sus ojos y mantenía una sonrisa en su rostro, podía sentir que era buena persona al igual que el rubio.

Rápidamente el azabache extendió su mano presentándose — Hola, mucho gusto mi nombre es Hanta Sero — el bicolor correspondió al saludo, recordó ese nombre, el cual lo había escuchado de Bakugō cuando recibió la llamada.

— Un gusto, soy Shoto Todoroki — respondió, sabía todo el ritual de saludo que hacían los humanos, no era ajeno a ello, aunque siempre le pareció curioso como cambiaba conforme pasaba los siglos.

— ¡Hanta! veo que ya se conocieron — llego Denki con dos bandejas en sus manos — ¿Cómo te fue con Bakugō? — preguntó de inmediato, sabía que el problema con el cliente no había sido mínimo por lo que el día que había faltado su jefe el azabache tuvo que hacerse cargo de la situación, le tomo varias llamadas y disculpas para poder tranquilizar al cliente, por lo que iba a ser obvio que el pelicenizo cuando regresara pidiera un informe completo de lo que habría sucedido. El rubio no estaba seguro que ocurrió realmente con el envío, todo esta perfectamente coordinado, pero ese problema había surgido de la nada, talvez se debió a la tormenta de hace unos días.

El azabache suspiró algo agotado, Bakugō siempre ha sido intenso y él lo sabía, razón de ello es que estuvieron viendo el papeleo de lo sucedido toda la mañana, fue exhaustivo, pero finalmente pudieron quedar en buenos términos con el cliente involucrado. Denki pareció percibir de inmediato la conclusión del asunto, por la que ya no quiso insistir más, pues de cierta forma se sentía culpable.

Se recompuso rápido no quería que los demás notaran su preocupación y de nuevo con una sonrisa le extendió la bandeja hacia a Todoroki, el cual le dio una veloz inspección a la comida, Denki al ver que no se movía le preguntó si no le gustaba la soba fría, el bicolor le respondió que no era eso, sino que nunca la había probado. El rubio felizmente le dijo que era delicioso y que le diera la oportunidad de degustarla. Algo que hizo y al momento de hacerlo, le gusto el sabor, por lo que terminó el platillo casi de inmediato. El contrario al ver que si había disfrutado de su elección de alimentos sonrió aun más.

Una vez finalizada su comida, el bicolor no pudo evitar preguntar por Bakugō, no lo había visto desde temprano, además de que recordaba que nunca pasaron a desayunar como había dicho y ahora no lo había visto en el almuerzo, sabía perfectamente que los humanos necesitaban al menos tres comidas al día para estar saludables.

Eres un Ángel [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora