Carta 16

158 13 2
                                    

25/Diciembre/2014

Regresaste, como tanto soñé, pero no para abrazarme y pedirme perdón, como yo deseaba; solo regresaste, porque el asesino siempre regresa al lugar del crimen.

Te quedaste ahí parado, sin decir o hacer nada, mientras por dentro me iba cayendo a pedazos; tuve que sonreírte, cosa que no es sencilla ahora, no sabiendo que tu estas con otra, que no te quiere como lo hago yo.

¿Sabes? Me he preguntado durante mucho tiempo ¿porque no dejo esto de una vez y me voy? pero por mucho que lo piense, mi mente se nubla y no encuentro respuesta a tan sencilla pregunta.

Después de todo el dolor, de tantas peleas y tantos malos ratos ¿porque sigo aquí? ¿porque sigo queriéndote? Yo no debería hacerlo.

Lo aprendí a la mala, jamás debes enamorarte de una aventura. Porque eso es lo que éramos, sólo cosa de un rato, pero nunca lo entendí, sólo ahora que es demasiado tarde.
Podría decir que fuimos amantes, pero eso es una mentira; los amantes son los que aman y tú nunca me amaste. Nunca sentiste nada por mi, que triste es darse cuenta de eso...


Cartas para ti sin enviar. (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora