Nueva familia

166 23 13
                                    

Capítulo 6

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 6

Nueva familia

A la mañana siguiente desperté con un intenso dolor de cabeza. Alcé la vista, no estaba sola. En mi cama, el príncipe de Konohagakure, Nara Shikamaru dormía sentado a mi lado sosteniendo mi mano.

La mayoría de mi cuerpo podía responderme, la pesadez y la dificultad que un día antes estaba afectándome parecía haber disminuido. Me giré de lado para tenerlo de frente y lo miré. Es guapo, aún tiene un aspecto juvenil y despreocupado, normal, somos muy jóvenes ahora, pero sé que un día tendrá el aspecto de su padre. Su mano en cambio se aprieta ciñendo la mía, la calidez de su palma me da paz. La respiración que emite es acompasada y tranquila, su pecho sube y baja con un compás marcado y lento. Su cabeza descansa sobre su hombro derecho, estoy segura de que tendrá dolor muscular en un par de horas. Le muevo el hombro para que despierte.

—Hey—mi voz sale pastosa y ronca—Shikamaru, despierta

Pero él no se mueve.

—Vaya, para ser una persona noble con demasiados deberes eres todo un vago.

Me levanté de la cama con sumo cuidado, mi cuerpo parece estar muchísimo mejor que ayer. Escuché un ruido sonoro y extraño. No tengo idea alguna de que hora es, no he visto ningún reloj en mi habitación y las cortinas están cerradas. Enciendo unas cuantas velas, todo es silencio hasta que de nuevo un ruido parecido al anterior hace que me sobresalte despertándome. Caminé hacia la ventana y arrastre el pesado cortinaje hacia un lado, era un espectáculo.

Desde mi llegada no había puesto especial detalle por ver hacia fuera de mi habitación, lo había hecho pero no del todo bien. Esas veces que lo hice miré hacia el cielo, encantada por las nubes blancas que había en él y maravillosas estrellas que salían al caer el crepúsculo. Esta vez presté mucho más atención. Mi habitación estaba en un piso alto, a juzgar por la altura cinco o seis pisos, no había reparado en ello por qué el camino a mi habitación no pasa por escaleras, son más rampas ligeramente curveadas hacia arriba pero no era eso lo que había llamado mi atención. Un destello de luz invadió una parte de mi habitación. Este día el cielo estaba abarrotado de nubarrones negros y grises, un destello más y después el sonido que me había despertado por completo.

—¿Qué...es? —me moví de la ventana y caminé hacia una gran puerta que estaba a un lado de la ventana, la abrí despacio estaba pesada o mi cuerpo seguía evidentemente débil, cuando logré hacer espacio para pasar vi que era un pasillo con jardinearas que hacían un pequeño camino a un balcón de mármol con bellos detalles en el límite—Vaya...

Era muy bonito, caminé y me apoyé en el marco del barandal de mármol.

Mi habitación daba vistas hacia los bosques de Konoha, eso ya lo había notado, pero en sí era muy hermoso verlo desde esta altura, el aire que circulaba era fresco, pero llevaba una velocidad fuera de lo normal, las nubes estaban completamente amontonadas entre si cubriendo la mayoría del paisaje y adornando las montañas como si fuera una bufanda. Le abracé a mí misma y otro destello de luz apareció de manera inesperada que di un salto para atrás miré hacia arriba y el sonido que prosiguió sonó tan fuerte como si dos montañas estuvieran desgarrándose.

En espera de las nubes blancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora