Disclaimer: Naruto no me pertenece, tanto como los personajes utilizados y espacios son propiedad de Masashi Kishimoto
Capítulo 4
Naturaleza
Se quitó la máscara y con la luz de la luna pude ver su rostro, era una versión del Rey en joven, sin cicatrices. Su piel estaba bastante pulcra, como si de porcelana se tratara, su mirada era recia y muy profunda, el cabello atado hacia atrás en una coleta muy parecida a la del hombre mayor que me recibió con tanta alegría, pero en él era algo apático ¿aburrido quizá? Todo cambió cuando sonrió de lado. Enmudecí
—Naruto me dijo que eras problemática—se sobó la nuca—pero no imaginé que demasiado.
—¿Na-naruto? —tartamudeé—No me diga que...usted es...
—Shikamaru Nara.
Si su sonrisa de medio lado me pareció un gesto delicioso, su sonrisa completa pudo haber iluminado la habitación, me sorprendí tanto que sentí mi cara arder.
—Grata bienvenida me has dado—sonrió acariciándose la mejilla—Bienvenida, princesa ¿o debo decir, Temari?
Tartamudeé y él se acercó.
—Temari—contesté bufando—Mi nombre de pila está bien.
—De acuerdo, ha pasado mucho tiempo—se giró para continuar acomodando mi corsé—Además así solía llamarte ¿recuerdas?
—Como ha dicho, ha pasado bastante tiempo de eso...
—¿Tanto como para no reconocerme? —grilló—Hemos tenido comunicación por carta varios años ¿sufres de lagunas mentales?
¿Qué? ¿Cómo ha dicho? No recuerdo eso...
Era tan sensual su voz que juro que me perdí en ese instante.
Carraspeé
—Claro, pero no es lo mismo
—Bien esquivada esa bala—sentí un apretón fuerte y caí en cuenta que seguía atando mi vestido.
—Gracias—me giré para tenerlo de frente—. Pero no era necesario que desabrochara mi corsé—gruñí y lancé mi mirada hacia mi costado. Mi cara seguía ardiendo, pero de vergüenza.
Error. Debí dejar que terminara de abrocharlo, ahora la parte superior de mi vestido está amenazando con caer.
—Si no lo hubiera hecho—comenzó a caminar hacia la puerta—Hubieras caído desmayada por falta de aire
—Sólo me falta tener más control, eso es todo—él cerró la puerta y mi nerviosismo aumentó, traté de disimular—. Además, no es la primera vez que esto sucede, he aprendido a contrarrestar la falta de aire. ¿Qué haces?
ESTÁS LEYENDO
En espera de las nubes blancas
FantasíaEstoy destinada a ser lo que no deseaba, casarme con un hombre que no conozco. ¿Qué clase de futuro me espera? Me agobia pensar que no sé nada de él y en cambio él sí sabe todo de mi. ShikaTema AU