Capítulo 7
La princesa y la doncella
—¿Dónde estarás metida ahora, Tenten?
El alba estaba haciendo acto de presencia aquel día, cuando me desperté lo primero que hice fue abrir la ventana que un día antes Shikamaru había abierto para mí quería ver el amanecer en su máximo esplendor o eso esperaba, el clima estaba igual o más nublado que ayer. Al parecer las lluvias seguirían.
Estaba algo nerviosa, anoche tuve un sueño poco reparador y por demás extraño. En él, soñé que algo ocurriría, recuerdo con poca claridad unas escenas; recuerdo que había estado en un lugar en ruinas para luego pasar a un baile de máscaras donde después ocurría una terrible masacre. Mi piel se erizó por recordar las escenas. Se sintió tan real, pero sé que sólo fue una pesadilla.
—Tenten, ya has tardado—suspiré—No es propio de ti.
Me acerqué a la ventana y me senté en el sofá. Contemplé los jardines del palacio y las nubes grises que llenaban el cielo. Estaba por enderezarme cuando mi mano topó con una especie de superficie cuadrada. Bajé la vista y me encontré una preciosa cajita de plata adornada con un grabado en bella caligrafía mi nombre.
La tomé con cuidado y la abrí. Dentro había una carta y una hermosa gargantilla de cobre, tenía un relieve muy precioso y rico, haciendo una preciosa filigrana de líneas, cuñas y puntos, en la parte superior tenía una hermosa figura de un ángel, la filigrana seguía llegando a la pieza que la hacía tan espectacular. Debajo del primer detalle había una magnifica pieza que servía de armazón para la esmeralda en forma de lágrima que sostenía como adorno, esta tenía un detalle diferente al primero, su relieve estaba basado en una filigrana de broches y puntos. La miré como una boba durante unos minutos. Era tan hermosa y aunque no era muy grande podía verme reflejada en ella.
Mis ojos se desviaron a la carta que estaba encima de la joyería y la abrí. Me quedé muda ante lo que decía la carta y más que nada por ver de quien era. Mi corazón estaba palpitando a mil por hora.
Hola Temari
Bueno, no sé cómo empezar a escribir esto, mejor dicho, no sé cómo darte el saludo ¿Debería decirte querida? ¿Hermosa quizá? ¡No lo sé! Es muy problemático pensar en eso. No sé qué estás haciendo conmigo, pero haces papilla mi cerebro y es vergonzoso.
Ayer la pasé muy bien, las cabalgatas por las tardes nunca me habían parecido tan relajantes. Las consideraba problemáticas.
Te he enviado este regalo como agradecimiento por darme una magnifica semana. Aunque te hayas enfermado y vomitado como alma que lleva el diablo, ha sido una semana muy interesante.
—Idiota—pensé—Shikamaru, ¿conoces la palabra prudencia y sensatez? —me apreté el puente de la nariz.
Tomé la carta y continué leyendo
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En espera de las nubes blancas
FantastikEstoy destinada a ser lo que no deseaba, casarme con un hombre que no conozco. ¿Qué clase de futuro me espera? Me agobia pensar que no sé nada de él y en cambio él sí sabe todo de mi. ShikaTema AU