Lo que mis labios dicen

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⚠️ Este capítulo puede causarte un poquitín de asco ⚠️



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Después de cinco minutos bajo el agua, abrazado a una de las bases del puente, Kurapika levantó el rostro respirando como un pez fuera del agua. Volteó a ver el agua a su alrededor y empezaba a teñirse de un débil color rojo, buscó con su mano la corbata que se había amarrado como torniquete, pero no logró encontrarla. El joven chasqueó su lengua y volteó a ver hacia todos lados, asegurándose de que no lo estuvieran siguiendo.

Al estar seguro de que no había nadie alrededor que lo buscara, comenzó a nadar hacia la orilla, debajo del puente para mantenerse lo menos visible que se pudiera. Afortunadamente no había saltado a mitad del puente, si no habría sido mucho más difícil regresar; aún así, nadar con una pierna herida resultaba agotador. Al lograr llegar a la orilla, Kurapika se sentó un momento, tratando de respirar con normalidad, volteó a ver su bolso e inspeccionó su contenido, todo estaba mojado, pero al menos estaba ahí.

Observó de nuevo su pierna de nuevo, tenía que hacer algo con la hemorragia y con esa herida abierta si no quería desmayarse o peor. Se revisó el bolsillo y encontró su navaja, después tomó de su bolso una botella de agua que todavía no había abierto y su playera blanca. Enrolló su camisa y la dejó sobre el bolso, después abrió la botella y lavó su navaja.

Kurapika tragó duro, observando nerviosamente su pierna. Se colocó la camisa en la boca y examinó su pierna por encima, la bala no estaba muy profundo; respiró con calma y derramó del agua en la botella sobre la herida, sus ojos soltaron un par de lágrimas y mordió la camisa en su boca. Con la navaja en su mano y la otra mano de apoyo sobre su pierna, Kurapika colocó la hoja de metal sobre la orilla del orificio en donde se encontraba la bala y después de contar hasta tres en su mente, hizo presión para realizar otro corte que le permitiera sacar la bala.

La sangre comenzó a fluir con mayor abundancia de la herida mientras Kurapika cerraba los ojos con mayor fuerza, no permitió que su garganta soltara el chillido inquieto provocado por el dolor. Abrió sus ojos y derramó un poco más de agua en la herida, tratando de calmar su agitada respiración; el ardor en su pierna era muy molesto y la pérdida de sangre empezaba a afectarle.

Respiró profundo una última vez, preparado para el dolor que le haría afrenta, desde el principio sabía que algo así o incluso peor podía suceder y estaba dispuesto a pagar el precio, como siempre. Con la navaja lista, Kurapika introdujo la punta hasta dar con el objeto de plomo, inconscientemente contuvo la respiración al maniobrar con la navaja hasta al fin sacar la bala de su pierna, cosa que a su parecer le tomó una eternidad, aunque no le tomó más de un minuto sacarla realmente. 

Con la visión nublada por las lágrimas acumuladas en sus ojos y la respiración totalmente descontrolada, dejó caer la navaja de su mano izquierda y dejó caer su cadena de sanación para que hiciera de lo suyo. Cuando la pierna estuvo totalmente cerrada, Kurapika mordió la camisa fuertemente, soltó un par de sollozos y muchas lágrimas cayeron por sus mejillas. Retomó la compostura unos segundos después, el dolor seguía presente, pero la presión por detener el sangrado ya no estaba, solo quedaba esperar que no se infectara y avanzar con su cometido.

"El país… al lado… jungla…"

Antes de retomar su camino, Kurapika buscó en la red de personas en su celular, encontrando la información que quería sobre Rally Roh. Su foto en la red era la que muy probablemente tenían en su expediente laboral, su piel era más morena que la de Gon y sus ojos eran color esmeralda, tenía el cabello rizado y de color castaño oscuro.

Según lo que encontró en internet, Rally era una masajista joven muy solicitada en un Spa muy costoso que estaba ubicado en el país vecino. Su ubicación era justo al lado de una de las atracciones turísticas más conocidas del país, unas cataratas llamadas "La copa del árbol", nombradas así por la forma de árbol que tenía: las rocas sobre salían en la base como si fueran las raíces de un árbol y continuaban así, asemejando a un árbol hasta que llegaba una parte en la que sólo se veía la caída del agua, representado la copa de un árbol. El spa estaba justo frente a la entrada del follaje que escondía a la catarata.

La ganancia del perdedor [Leopika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora